lunes, 11 de octubre de 2010

Wnazers penosos...

Con un cambio radical de género se presenta en sociedad este Front Mission Evolved, enfocado hacia la acción, y descartando el rol táctico característico de la saga. Más que evolución, podríamos hablar de spin-off, un capítulo aparte que se sirve del universo tan característico de Front Mission para crear otro tipo de experiencia de cara al jugador. El experimento ha salido a medias, con algunos puntos interesantes y otros que no terminan de encajar.

El poder de los Wanzers es inmejorable
El poder de los Wanzers es inmejorable

Quizá uno de los puntos más flojos es la poca credibilidad que envuelve a Front Mission Evolved. Hablamos de un juego de ciencia ficción, y como tal tampoco debemos tomarnos todo al pie de la letra. Pero si ya el mismo contexto de lo que vemos en pantalla y sentimos mientras jugamos no termina de transmitir, de conectar con el jugador, entonces todo lo demás se desmorona como un castillo de naipes.

Eso ocurre a menudo en Front Mission Evolved como por ejemplo en el ataque al portaaviones en el que viajamos en un determinado momento, y donde no se ve un alma excepto a nosotros y tres co-protagonistas más. Estamos hablando de un portaaviones, que no se lleva solo precisamente… Como esta hay innumerables muestras de “desconexión”.

Que un mecha de 40 metros de altura, blindado, cargado hasta arriba de armas y misiles, no sea capaz de atravesar una pequeña, minúscula, barrera de chatarra porque el guión exige que el que va en cabeza del convoy (nosotros) debe quedarse atrapado tras de la barrera, no es signo de realismo. Es inverosímil.

Al margen de esta sensación de vacío global (en el juego se presupone una guerra global, pero sólo vemos a cuatro luchando), Evolved hace una cosa bastante bien, consigue transmitir la sensación de poder que uno de estos cacharros tendría, en el caso de existir. Quizá el vínculo ser humano/mecha sigue quedando un poco raro en las cinemáticas -el piloto calca los movimientos del mecha, pero dentro de la cabina, como en una película japonesa de serie B-, pero por lo menos sí que se aprecia un esfuerzo en presentar estas máquinas de guerra de una manera impactante y creíble.

Niveles confusos cuando vamos a pie
Niveles confusos cuando vamos a pie

Personaliza tu mecha

Si hay algo notable en Evolved es la personalización de tu mecha, aquí llamado Wanzer, de cara a las misiones. No comentaré ahora lo raro que queda que, a pesar de las modificaciones, en las cinemáticas aparezca nuestro mecha de una manera estándar –rematando esa continuidad a la que hacía referencia antes-, pero sí que me gustaría ahondar en la importancia que tiene construir nuestro propio Wanzer, y que hacen más fáciles o difíciles nuestras incursiones.

El sistema es muy comprensible, con la potencia bruta de la máquina (otorgada por el torso/motor) en comparación directa al peso máximo que puede cargar. A partir de ahí jugamos al equilibrio para conseguir la máxima capacidad de ataque sin superar el peso máximo, a lo que se suma la importancia vital de las diferentes partes del robot (brazos, torso y piernas) que también son intercambiables y cuyo peso influye también en su fuerza de blindaje.

Si queremos jugar bien es casi obligatorio modificar nuestro mecha correctamente y pasar un buen rato en el taller. Como decía el 50% del éxito (o fracaso) de una misión comienza aquí. A medida que avancemos nuevas piezas y armas irán apareciendo, aumentando las posibilidades y combinaciones hasta crear auténticos mechas hiperdestructivos para todos los gustos. Siempre podremos, eso sí, elegir unos Wanzers preconfigurados, aunque tienen menos poder de ataque que si nos lo montamos nosotros.

La personalización es una parte muy importante
La personalización es una parte muy importante

Otro punto positivo es lo bien que se traslada esa capacidad destructiva de los Wanzers al escenario de guerra. Si bien no hay mucho atrezzo, el que hay es casi totalmente destructible, como árboles, coches y camiones, pancartas, pantallas gigantes, y todo tipo de contenedores de combustible y demás (aunque edificios y carreteras son invulnerables). El resto de mechas explotan al morir que da gusto, convirtiéndose en chatarra con una buena combinación de animaciones, efectos especiales y contundencia sonora. Además, se puede apuntar y destruir cada extremidad de manera independiente. Esto mismo se aplica a nosotros.

Aunque la vida de nuestro Wanzer se rige por el torso, y se auto regenera cuando dejamos de recibir fuego como es tónica habitual en los recientes juegos de acción, las extremidades tienen su propia barra de energía y éstas sí que se curan recogiendo los ítems de escudo que encontramos cada pocos pasos. Una extremidad rota es una extremidad inservible y afecta al movimiento o puntería según se de el caso.

Es difícil que vayamos escasos de munición, no es necesario recargar las armas (aunque cada una de ellas tiene una velocidad de disparo diferente), y los ítems de munición son abundantes. La IA de los enemigos es realmente limitada, limitándose a dispararnos casi únicamente a nosotros a pesar de que muchas veces vamos acompañados de aliados –que por cierto son invencibles-. Se cubren a veces pero muchas otras se lanzan a nosotros en plan suicida. Apenas hay variedad de enemigos, excepto algún que otro enemigo final más o menos grande, pero los soldados rasos se cuentan con los dedos de una mano y sus patrones de ataque son siempre iguales (y predecibles).

La IA no destaca en nada
La IA no destaca en nada

La gran cantidad de munición, la limitada IA, la pobreza de los niveles, el extraño comportamiento del radar… como juego de acción, Evolved no aporta nada que no hayamos visto antes y sí mucho tedio a la hora de jugarlo.

También a pie

En ocasiones, la historia nos hará bajar del Wanzer para luchar a pie. Serán incursiones en escenarios cerrados, habitualmente bastante más cortos que las misiones en mecha. El tratamiento en jugabilidad que se le ha dado a esta parte del juego es casi idéntica a cuando vamos montados. Así que no cuesta acostumbrarse al control.

Pero la adaptación tiene sus inconvenientes y muestra signos de estar todo demasiado forzado. El ángulo elegido, el escollo de no poder cambiar de hombro, las coberturas, o lo confuso de los niveles hacen muy difícil que disfrutemos de estas secciones. Tampoco es fácil apuntar, y hay incongruencias como que las granadas son total y completamente inútiles, ni lanzándoselas a los pies de nuestros enemigos les hacen algo.

Misiles y bazookas, casi inservibles
Bazookas y granadas, casi inservibles contra los soldados

En definitiva, tampoco como juego de acción en tercera persona, Front Mission Evolved funciona bien.

Apartado técnico

Aunque visualmente es un título bastante agradable, gracias especialmente a las animaciones, y la representación de los estragos de la metralla, en general Evolved tampoco destaca en el apartado gráfico.

A las texturas por debajo de la media y los escenarios considerablemente vacíos, se le suma un ángulo de visión muy cerrado con una cámara que tampoco se comporta siempre como debería. El control es correcto, pero al cargar cuatro armas en el Wanzer (representadas por los botones superiores del mando) nos exige utilizar cuatro dedos para atacar con la máxima potencia, lo que no siempre es cómodo.

Animaciones y explosiones son lo más destacado, el framerate también es suave, y algunos jefes finales gigantescos son dignos de elogio. Pero poco más.

Los Wanzers pueden deslizarse a gran velocidad
Los Wanzers pueden deslizarse a gran velocidad

Hay mejores

Front Mission Evolved es un cambio demasiado radical para la franquicia, y no ha salido tan bien como esperábamos. Como juego de acción de mechas no termina de conectar con el jugador, en parte por la manera que tiene de llevarnos por la historia, y en parte por lo repetitiva de su jugabilidad. Tampoco el multijugador, modo forzado y obligado por la presión del consumidor, ni los 1001 objetos a recoger en los escenarios, ni los diferentes niveles de dificultad incitan a rejugarlo. Cierto es que tiene momentos brillantes, como el enemigo del tercer escenario, o la personalización del Wanzer, pero no reflotan una producción que hace aguas a la hora de jugarlo. Y aunque las comparaciones son odiosas, el reciente juego de Transformers es bastante mejor a pesar de las diferencias.

Lo Mejor

  • Personalización del Wanzer
  • Explosiones y animaciones

Lo Peor

  • Acción poco satisfactoria
  • Limitadísima IA
  • Pobre diseño de niveles

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