Ayer Sega se acercó a la ciudad condal a presentar en exclusiva sus lanzamientos antes de que finalice el año. Amparado por el inminente Vanquish, Sega trajo consigo también demos de Sonic Free Riders, Sonic Colours y el nuevo Sonic 4.
Tal y como nos informaba la misma Diana Radetski, Sega apuesta muy fuerte otra vez por el puercoespín azul, tratando de regresar a sus orígenes pero ofreciendo nuevas experiencias jugables. Así, los tres Sonics que vimos representaban muy fielmente los tres tipos de públicos potenciales.
Sonic 4, es el más tradicional, con un estilo plataformero heredado de los Sonic originales de 16 bits, pero con gráficos mejorados. Con un ángulo en 2D y una buena respuesta a los mandos, Sonic 4 recupera aquel espíritu y le dará a los más nostálgicos lo que estaban esperando desde hace tiempo. Como ya sabemos este es el primer episodio, y por mucho que se lea por ahí, ni la misma Sega sabe cuantos capítulos habrá más en el futuro.
Sonic Colours es el otro estilo de juego. Más continuista respecto a los recientes Sonic, captura una parte de Sonic Adventure pero se deja influir mucho más por los recientes Secret Rings, Unleashed, y similares. Colours basa mucha de su jugabilidad en los alienígenas Whisps, con 8 variantes en total y que modifican la forma que tiene Sonic de comportarse. Cada Whisp ofrece nuevas habilidades y cambiarán el recorrido que Sonic puede andar, por lo que la rejugabilidad será uno de sus puntos fuertes. Sin embargo, Colours no nos pareció muy novedoso y bastante tedioso en su planteamiento. Ya veremos la versión final.
El último Sonic es Free Riders, reinvención de otro Sonic Riders visto en la pasada generación de consolas pero que esta vez se controlará con Kinect. Por supuesto exclusivo de Xbox 360. En Sonic Free Riders jugaremos en carreras de velocidad montados en ‘hovervoards’ que controlamos con nuestro cuerpo. Después de la necesaria calibración el hoverboard lo moveremos balanceándonos a derecha o izquierda, con el pie aceleramos como si fuera un skate y las manos las utilizamos en otros momentos (lanzar objetos, cambiar de carriles, nadar, etc.)
A Kinect le costaba detectar el balanceo del cuerpo y era difícil tomar las curvas de las dos pistas que probamos. También se apreciaba un leve lag, pero que cuando el sistema funcionaba bien no era molesto para jugar. Eso sí, los dos circuitos pecaban de ser demasiado guiados, con zonas donde el personaje se movía casi automáticamente y muy pocas curvas para minimizar la dificultad.
Finalmente probamos la versión final de Vanquish, un estupendo juego de acción con gráficos impresionantes. Como sabemos Shinji Mikami, el mismo de Madworld, está detrás de este proyecto, por parte de Platinum Games, el mismo estudio de Bayonetta. El sello de esta desarrolladora está más que presente, con una producción muy cuidada, un doblaje al español estupendo, sonidos espectaculares y mucha, mucha acción. Mirándolo fríamente Vanquish no aporta mucho al género, pero satisface a los aficionados desde el primer segundo. Será, todo apunta a ello, un éxito de Sega.
Con Vanquish terminamos nuestras pruebas. Ahora sólo queda esperar estos lanzamientos que se producirán escalonadamente de aquí a final de año, con Vanquish como primogénito que se estrena el próximo viernes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario