Es verdad que hay dos juegos de fútbol, pero no caeré en la trampa de tratar FIFA 11 comparándolo directamente con su rival más directo. Sin embargo, compararlo con FIFA 10, el mejor juego hasta ahora de fútbol, es una obligación.
Porque si miramos FIFA 10, creemos que lo tiene todo. Licencias, una enorme base de datos, muchísimos modos de juego, una increíble modalidad de juego online y, por supuesto, una simulación muy, pero que muy fidedigna. El resultado final se tradujo en un juego acaparador de buenas críticas y 10 millones de ventas en todo el planeta.
Y si nos ponemos en la piel de EA, piensas: tengo el mejor juego de fútbol, tengo las licencias y encima vendo. ¿Por qué mejorar? Podrían haberse preguntado. Y la respuesta que debieron darse fue: porque se lo debemos al usuario. El resultado es FIFA 11, un juego con tantas opciones y tan buen simulador, que parece que el fútbol real y el virtual están dejando de lado la frontera que existe entre ellos.
Muchas opciones, dos increíbles modos
Como el año anterior, el número de opciones de FIFA 11 es realmente increíble. No sólo por los modos offline que son muchos, sino también por los modos online que son incluso más que el año pasado. El repaso de modos es largo y creo que lo podéis leer en nuestro avance o incluso en el manual de instrucciones del juego. Sin embargo, lo que verdaderamente nos parece interesante está en dos modos de juego que han sido mejorados.
En primer lugar hay que hablar del modo Virtua Pro en donde podemos encarnar a un jugador real o creado por nosotros mismos para intentar llegar a lo más alto. Ha sido mejorado con novedades interesantes y un sistema de mensajes que nos hace sentirnos mucho más dentro del juego, aunque esto último alcanza su máximo nivel en el nuevo Modo Carrera del que luego hablaremos.
¿Cuál es la mayor novedad de este modo? Básicamente que ahora podemos ser el portero. Se trata de la primera vez que un juego de fútbol con este modo nos permite controlar al cancerbero. Pero, claro, ¿cómo es jugar en esta posición? Lo que ha hecho EA Sports es inventarse un modo de detectar las paradas: mediante un sencillo sistema de iconos podremos saber la trayectoria del balón. Esta ayuda simplifica las cosas, pero no quiere decir que sea más fácil. Y es que saber cuándo va a tirar el contrario o si tenemos que salir o quedarnos bajo palos es algo que dependerá exclusivamente de nosotros.
Este no es el único modo nuevo. El otro se llama Modo Carrera y es, básicamente, la renovación total del modo Manager de otros años. Este modo exige de nosotros lo mejor, aunque también lo podremos jugar de diferentes formas. Por ejemplo, podremos optar por empezar de jugador, de manager o de jugador-manager. Este último modo es el más parecido al que veíamos en anteriores ocasiones, aunque con otro nombre.
En el caso de utilizar el modo Jugador, esto sería aplicar el modo Virtua Pro al modo Manager. En esta modalidad nos tendremos que ganar los galones si empezamos de cero. No será extraño que, dependiendo de nuestro rendimiento, haya semanas que no juguemos y que nos pasemos viendo la pantalla de Omitir Partido. Sin duda, un modo para los amantes del fútbol.
Desde este modo podemos también evolucionar hacia el Manager, que es básicamente el modo en el que podremos planificar todo, incluidos fichajes, pretemporada, tácticas etc. Es diferente del modo Jugador-Manager, porque en este caso no podremos usar nunca Virtua Pro en un partido. Con estos modos de juego, EA Sports se asegura que tengamos la mayor experiencia de juego futbolística y sin duda jugarlo es todo un reto.
Claro que, para conseguir esto, EA también ha remodelado todos los menús y así ofrecernos un acceso directo a todas las opciones. Sin embargo, todo tiene una pega y en el caso de este juego es el paso entre semanas. Ya veíamos en anteriores ediciones como se ralentizaba el paso del tiempo entre una semana y otra y en este caso no es excepción. Una de las pegas del juego que hemos visto.
Sobre el césped, pitido inicial
Sea cual sea el modo de juego, acabaremos por jugar sobre el césped. El año pasado, FIFA 10 ya dio muestras de su enorme solidez como simulador y nos regalaba algunos aspectos como un pase más preciso y, sobre todo, en el que teníamos un mayor control. Además, la IA de los futbolistas (por supuesto, dependiendo de la dificultad) era absolutamente espectacular.
FIFA 11 no ofrece un avance tan grande como de FIFA 09 a FIFA 10, pero sí es cierto que es espectacular. Es un juego mucho más físico y en el que las individualidades, o mejor dicho, la personalidad de cada jugador cuenta. Si es mejor regateador, si es más organizador o si tiene una gran potencia de carrera, lo veremos sobre el campo. Esto suena realmente bien, pero la mejor forma de verlo es fijarse en algunos de los movimientos de jugadores conocidos.
Sin ir más lejos, podemos verlo en jugadores como Iniesta, que defiende el balón de la misma forma o tiene mucha facilidad para hacer el regate llamado la “croqueta”. También lo podemos ver cuando sale corriendo como una exhalación Cristiano Ronaldo o en su especial manera de tirar las faltas. Estos son dos pequeños ejemplos de hasta qué punto llega el mimetismo de este FIFA 11. En el caso de jugadores menos conocidos, pues evidentemente se aplican ciertos estándares según la posición en la que el futbolista sobre el campo.
Sin embargo, también hay novedades importantes. La primera y más significativa es que ahora se señala correctamente el fuera de juego. Ya no es en el momento en que sale el jugador en posición antirreglamentaria, sino más bien cuándo entra en la jugada, es decir, la regla se aplica correctamente. Lo mismo sucede con las manos. Una de esas faltas que nunca habíamos visto señalar en un juego de fútbol y que ahora se pita tanto cuando es involuntaria, como cuando es voluntaria, dando lugar a faltas totalmente diferentes.
La IA de los jugadores sigue siendo agresiva, pero es que ahora además se juega mucho con el cuerpo, más incluso que con FIFA 10 y el resultado es que nos encontramos con partidos muy tácticos en los que marcar gol se convierte en algo tan arduo como en la realidad. Así que en FIFA 11 las combinaciones entre diferentes jugadores tienen que ser continuamente realizadas si queremos sorprender a las defensas rivales, algo que, repetimos, no es nada sencillo, porque suelen estar atentas a cruces y a las ayudas para evitar el gol del otro equipo.
Por otro lado, EA ha mejorado el sistema de penaltis. Y ahora ya no es un simple pasatiempo, porque debido al nuevo sistema, que ya pudimos ver en el Copa del Mundo, es muy complejo marcar un penalti. Influyen todo tipo de características del jugador y, evidentemente, es mucho más fácil marcar gol con un delantero, que con un defensa.
En cuanto al control, no varía de esquema con respecto a otros años, pero si en cuanto a respuesta y la eliminación de la “maldita” memoria. Esa que nos hacía dar pases a la nada después de haber estado martilleando el botón de pase y que era muy habitual hasta ahora en la serie. También el tiro ha sido mejorado para ser más preciso y por lo tanto podremos marcar goles de diferentes facturas.
Pero si hay algo que ha sido remodelado en esta versión de FIFA es la física general. En el anterior juego veíamos poco que los jugadores o el balón atravesasen a otros jugadores, sin embargo en FIFA 11 veremos justo lo contrario. No sólo que no pasa el balón o el jugador, sino que además es posible encontrarse con melés de jugadores que en algunas ocasiones son bastante molestos.
Aparte de esto, jugar FIFA 11 es lo más parecido a controlar a futbolistas reales sobre un terreno de juego y eso, en gran parte, se debe al impresionante apartado técnico del juego.
Técnicamente casi impecable
Un año más, la calidad técnica de FIFA 11 es absolutamente espectacular. Gráficamente es un juego excepcional, con detalles en todos los jugadores, con todas las camisetas oficiales y con los principales estadios de fútbol del planeta. Además todos los futbolistas tienen animaciones mucho más fluidas que en juegos anteriores, lo cual es muy de agradecer, puesto que no hay tanta ralentización.
La proporción del campo es más que adecuada y podemos disfrutar al máximo de los contraataques, faltas directas y todo lo correspondiente a un deporte como el fútbol. Sí, gráficamente es un juego excelente y, cómo no, los jugadores estrella son perfectamente reconocibles en todo momento. Kaká e Iniesta, la portada de FIFA 11, no sólo son idénticos físicamente, sino también en cómo se mueven sobre el campo.
En cuanto al sonido, las hinchadas están bien representadas y, curiosamente, visto todo el culebrón del verano con el equipo de Carrusel Deportivo, veremos cómo los comentarios del juego están realizados por Manolo Lama y Paco González al mismo tiempo. Sin embargo, este año no están tan logrados como otros años.
Y es que parece que le han dado una gran importancia a las entradas y, de hecho, la palabra entrada será la que más escuchemos con diferencia con respecto a otros años. Aparte de eso, las retransmisiones de los dos locutores estarán llenas de anécdotas y datos estadísticos y, además, relatados de una forma natural.
Fútbol en estado puro
FIFA 11 es puro fútbol en todos los aspectos. Es verdad que tiene algunos fallos, pero cada edición EA Sports los minimiza aún más que en la anterior, dando como resultado un juego fuera de serie. Si a eso añadimos la enorme remodelación en cuanto a modos de juego y, por supuesto, en cuanto a un buen sistema defensivo de los futbolistas, estamos ante el simulador futbolístico que todo amante de este deporte quiere tener.
Un juego que no puede faltar, porque si no queremos jugar offline, también tenemos una gran cantidad de modos online que nos permite, por primera vez, jugar 11 contra 11 en partido virtual.
Lo Mejor
- Fútbol en estado puro
- Modo carrera totalmente remodelado
- Podemos jugar como portero
Lo Peor
- Comentarios excesivamente repetitivos.
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