viernes, 8 de octubre de 2010

Fynal Fantasy: The 4 Heroes of Light

Son incontables todos los juegos que llevan en el título “Final Fantasy”. Han sido muchas las entregas que se han desvinculado de la saga principal para darle algún giro a la franquicia. Así tenemos subsagas como Tactics o Dissidia. Pero en el caso de Final Fantasy: The 4 Heroes of Light nos encontramos ante un juego que aunque no es de la saga canónica es un título de rol a la vieja usanza, muy parecido a los primeros Final Fantasy.

The 4 Heroes of Light es muy clásico, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva. No nos sorprenderá en ninguna de sus aspectos jugables, pero nos dejará un agradable sabor, pues como RPG cumple con lo que se espera de él.

Un punto de partida visto mil veces

El argumento de The 4 Heroes of Light no es novedoso: empezamos llevando a un jovencito de 14 años que va camino de su ritual de paso a la vida adulta, en el castillo del reino en el que vive. Allí, cuando se presente ante el Rey, le comunicarán que una de las princesas ha desaparecido, y se le encomendará que la rescate. Este sólo será el inicio de la historia, pues pronto daremos con la chica y será personaje jugable a partir de entonces.

Aquí la princesa también será heroína
Aquí la princesa también será heroína

Y no será el único. A partir de ese momento siempre iremos en grupo (excepto en momentos puntuales que vamos solos), desde 2 hasta 4 personajes, que pueden ser los 4 protagonistas (a los que les podremos poner el nombre que queramos antes de empezar) o algún personaje que nos encontremos en el camino y que será fundamental dadas sus habilidades.

Habrá momentos en que nuestros caminos se separan o que volvemos a atrás en el tiempo para ver que le sucedió a un personaje mientras otro estaba en otra misión. Desafortunadamente todo ello será muy lineal, no podremos elegir en cada momento con qué grupo podemos estar o cambiar el orden de los acontecimientos.

Héroes a la carta

Se agradece la gran libertad de personalización que tienen los personajes en este juego. Así, será básico equiparlos convenientemente, y para ello contamos con tres opciones dentro de los menús. Por un lado el inventario, por otro las habilidades y, por último, el sistema de coronas.

En el caso del inventario, es el clásico en este tipo de juegos. Podremos atesorar 15 objetos a la vez y llegado este límite o bien damos/vendemos/nos deshacemos de alguno o bien lo guardamos en los almacenes que hay en las ciudades, pues nos puede ser útiles después.

El inventario nos dará más de un quebradero de cabeza
El inventario nos dará más de un quebradero de cabeza

Esta limitación es un problema en determinado momento del juego, pues no sólo ocupan una ranura las clásicas pociones, antídotos, y similares, sino que el equipamiento del héroe también, y si queremos superar los combates con éxito conviene que éste lleve arma, escudo, armadura y algún extra, por lo que ya habremos ocupado 4 huecos. Además, también cuentan los libros de hechizos, con los que poder realizar las magias. Con lo cual, realmente sólo dispondremos de la mitad de ranuras, o menos, para objetos consumibles, totalmente necesarios en los enfrentamientos.

Los libros de hechizos nos llevan a la segunda opción de personalización, las habilidades. Estas pueden ser magias o ciertas opciones, que se aprenden con los libros o con coronas, de las que hablaremos más tarde. Cada personaje dispone de 6 huecos para habilidades, que se puede poner y quitar antes de los combates según las necesidades que tengamos. Dominio de los elementos, poder de curación, la posibilidad de escaparse, ciertos potenciadores...este tipo de cosas son las que se consideran, en el juego, habilidades.

En tercer lugar encontramos el sistema de coronas. A medida que juguemos se desbloquearán nuevos “sombreros” para los personajes, aunque estos no ocupan ranura en el inventario. Cada una de estas coronas tiene unas propiedades: como recaudar más objetos, poder huir en el combate, atacar con más potencia... Algunas de estas propiedades también hay que seleccionarlas desde el menú de Habilidades cuando tengamos la corona puesta.

Las coronas también se reflejan en el aspecto del personaje
Las coronas también se reflejan en el aspecto del personaje

Además, hay la opción de mejorar las coronas con gemas que van soltando los enemigos, aunque estas piedras de color también se pueden intercambiar por dinero en las tiendas (y nos dan bastantes monedas), por lo que habrá que ir decidiendo que nos sale más a cuenta en cada momento.

Como vemos, el sistema de personalización del juego es amplio y complejo y requiere estar entrando en los menús a menudo para cambiar el comportamiento de los personajes. Eso hace que nuestros héroes no sean especialistas en nada, ni pertenezcan a ninguna clase, sino que decidiremos nosotros como queremos que combatan.

Ciudad, travesía, mazmorra, muchos monstruos...y vuelta a empezar

The 4 Heroes of Light es clásico en todos los sentidos, también en el de los espacios en los que se mueven los protagonistas. Así, todo se dividirá en los momentos que pasaremos en las ciudades, la incursión en las mazmorras y el tiempo de transición a través de los desiertos, planicies o bosques del mapeado.

Todas las ciudades se parecen entre sí
Todas las ciudades se parecen entre sí

Básicamente cada segmento del juego tiene la misma estructura: la visita al reino X, el encargo de una misión por parte del Rey o de algún lugareño, la travesía con malos aleatorios y el desarrollo de la misión en la mazmorra de turno con sus respectivos monstruos y jefes finales.

Respecto a las ciudades, son las clásicas de JRPG y de Final Fantasy en particular: posada, tiendas, el castillo del Rey, puntos de guardado, personajes que nos hablan o nos dan objetos, algún cofre... Todos estos poblados tienen exactamente la misma estructura, vista una vistas todas, con la diferencia que cambiará su diseño (una ambientada en un reino tradicional, otra en uno con reminiscencias árabes, la otra con un punto acuático...).

Por cierto, en algunas ciudades habrá la posibilidad de iniciar una partida multijugador. En este modo inalámbrico podremos invitar a tres amigos más y revivir algunos combates del juego pero llevando cada uno a uno de los protagonistas.

Son habituales los largos pasillos en las mazmorras
Son habituales los largos pasillos en las mazmorras

En cuanto a las mazmorras, también son muy clásicas. Su recorrido es bastante previsible (nos lo aprenderemos enseguida), suelen tener varios niveles y no faltarán los cofres y, en algunos casos, la oscuridad que se arregla con las antorchas que conseguiremos en las ciudades a un módico precio. Además, antes de llegar al jefe final lo sabremos, pues siempre habrá por ahí un punto de guardado, cosa que se agradece, pues muchas veces iremos vendidos y habrá que repetir el enfrentamiento.

Combate por turnos de la vieja escuela

El sistema de combate por turnos de The 4 Heroes of Light también nos recuerda al ya visto en muchos RPG. Así, ya sea con malos aleatorios o jefes, cambiamos de vista y pasamos a una frontal con los personajes y los enemigos ocupando toda la pantalla. Para combatir contra ellos tenemos las tres opciones básicas: atacar, descansar y uso de objetos (ya sean potenciadores, pociones, etc.). Además, justo abajo tenemos las ranuras de las que hemos hablado antes, las referentes a habilidades, ya sean huir, los hechizos, etc.

Para ejecutar cada una de estas opciones contamos con los AP (puntos de acción), que se van recuperando en cada turno. Acciones simples requieren de un solo punto, pero otras de más, por lo que será habitual reservar a algún personaje de vez en cuando para que pueda acumular suficientes AP.

Este sistema hace que sea conveniente tener siempre al equipo muy equilibrado o, al contrario, muy centrado en determinados tipos de ataques, pues cada jefe será más vulnerable a unos efectos que a otros. La dificultad es considerable, pues si queremos tener un poco de todo en cuanto a armas, libros de hechizos y demás parafernalia hay que contar con la limitación de casillas en los inventarios. Así pues, será habitual tener que volver a la ciudad para dejar bártulos y poder equipar a los héroes debidamente, regresar a la mazmorra y, entonces, terminar el combate con éxito.

¡Empieza el combate!
¡Empieza el combate!

La gran complejidad de la personalización de los personajes contrasta con un sistema de combate simplificado. Así, no se puede seleccionar el objetivo, sino que el juego lo decide automáticamente, aunque suele hacerlo de forma inteligente, teniendo en cuenta que el tipo de ataque que estemos usando perjudique más a un rival que a otro. Además, tampoco es seleccionable a quien se cura en cada momento. Simplemente el juego detecta qué personaje está más bajo de salud y devuelve vida a ese.

Cabe decir que este sistema no funciona del todo mal, pero los puristas del rol puede que encuentren a faltar el poder controlar totalmente todos los aspectos del combate, y más en un juego donde habrá que combatir y mucho, y es que conviene matar unos cuantos monstruos aleatorios antes de pasar a los combates serios, o estamos perdidos.

Días, noches y melodías de ensueño

El apartado visual de Final Fantasy: The 4 Heroes of Light es bastante vistoso. Se ha optado por el 3D, y aunque los modelados de los personajes podrían ser mejores, cabe destacar el diseño de los escenarios y la cámara, que no siempre se mueve de la misma manera ni hace los mismos planos. Además, las travesías por las planicies hasta llegar a nuestro destino resultan bellas, debido a que cambia la luz según la hora del día y que los elementos de los escenarios van apareciendo de una manera bastante natural a medida que nos acercamos a ellos.

En contra está el diseño de las ciudades, de las que sólo cambia la “piel” pero que en estructura viene a ser siempre lo mismo, así como unas mazmorras bastante previsibles y poco laberínticas. Tampoco encontraremos cinemáticas, algo que hubiese estado bien teniendo en cuenta los bonitos artworks del juego, aunque por otro lado se agradece que no haya largas escenas no interactuables y de diálogos insustanciales, algo tan propio de ciertos juegos japoneses.

El desierto de día y de noche son muy distintos
El desierto de día y de noche son muy distintos

En el apartado sonoro los efectos no destacan especialmente, pero las melodías nos traen muchas reminiscencias de los primeros Final Fantasy, con lugar para lo épico, lo dramático y lo cómico.

Una fantasía que ya hemos visto antes

Final Fantasy: The 4 Heroes of Light es un correcto juego de rol. Su longitud es la esperada y resulta un título desafiante. Como en los RPG de antaño habrá que pelear mucho para conseguir lo que queremos.

Nos ha gustado mucho su sistema de personalización y la lucha con los jefes finales. Sin embargo tiene algunas cosas que le quitan lustre, como ciertas acciones automáticas en los combates y esas mazmorras en las que es imposible perderse. Además, su historia resulta muy lineal y previsible, algo que hubiesemos perdonado hace años, pero que a día de hoy hace que el juego esté, en ese sentido, por detrás de otros productos similares

En definitiva, The 4 Heroes of Light se disfruta por su jugabilidad clásica, pero precisamente este clasicismo es lo que echará atrás a algunos jugadores que esperen un juego con algo más, y es que historias como esta ya las hemos visto antes.

Clásico...para bien y para mal
Clásico...para bien y para mal

Lo Mejor

  • El complejo sistema de personalización de los personajes
  • En general, un juego desafiante

Lo Peor

  • Desarrollo del argumento muy tópico
  • Mazmorras muy previsibles

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