Ante todo hay que decir que Raskulls se puede catalogar como un juego de plataformas, pero también de carreras, de puzles o de acción. Este título ofrece muchos y muy diferentes niveles, cada uno de una forma especial, pero al final lo que importa es llegar a la meta. Controlaremos a diferentes Raskulls, que no son otra cosa que esqueletos en un planeta lejano al que van a llegar unos piratas espaciales por accidente y buscando unas joyas de gran valor. Claro que esos cristales también los necesitan los Raskulls, aunque no te enterarás para qué hasta que no avances bastante en el juego.
El argumento la verdad es que es simple, pero la gracia no está ahí, sino en lo disparatado de los personajes protagonistas del juego. Desde los “malos” que son tres ratones con ínfulas de grandeza, hasta los diferentes protagonistas que controlaremos y, sobre todo, el soberano, que sin duda tiene un alto complejo de narcisismo. En cualquier caso, las sonrisas están aseguradas con algunas de las escenas cinemáticas de Raskulls y también algunas carcajadas por lo absurdo de algunas de las situaciones del juego o incluso de algunos personajes, como una calavera como Caperucita Roja.
Como he comentado, Raskulls es un juego con una gran cantidad de niveles, algunos sencillos de pasar y otros son bastante difíciles. La dificultad está bastante bien ajustada cuando se trata de los niveles “normales”, pero los niveles extras suelen ser muy difíciles, algo que es de agradecer, porque en otros juegos estas fases parecen igual o más fáciles que los normales. En todos los niveles, el objetivo principal suele ser llegar a una meta, de hecho, es una bandera a cuadros, aunque en ocasiones puede que tengamos que competir con otros Raskulls o llegar antes de que se nos acabe el tiempo. Hay bastante variedad de niveles y cada uno de ellos requiere de diferentes técnicas para superarlos. El control del Raskull es bastante simple, porque solo tenemos que avanzar, saltar y utilizar una varita para acabar con los bloques que obstaculizan nuestro terreno. También tenemos powerups que servirán para que acabemos con más bloques de golpe o incluso para dejar atontados a los contrarios durante un rato.
Por lo tanto, la jugabilidad de Raskulls es bastante simple y, lo mejor, bastante adictiva. Hay momentos que he tenido que repetir una prueba varias veces para conseguir superarla y ver qué es lo siguiente con lo que me va a sorprender el juego. Llegar a toda velocidad a la meta mientras sorteamos obstáculos o los eliminamos es de un planteamiento tan básico en videojuegos como realmente divertido. Y es que la gran virtud de Raskulls es que hace algo que pocos juegos parecen conseguir en los últimos tiempos: divertir con lo más simple.
El juego tiene también opciones multijugador y son tan divertidas como en el modo un jugador, porque en realidad son las mismas pruebas, pero compitiendo contra otros jugadores, cosa que siempre es un plus. Además, el lag es inexistente y en Raskulls, un juego en el que tenemos que lidiar con plataformas a gran velocidad, eso se agradece.
En cuanto al apartado técnico, decir que no hay grandes efectos visuales o un motor gráfico de gran potencia, sino gráficos 2D clásicos con un gran colorido y con una animación realmente buena. Combinado con un magnífico sentido del humor y unos efectos visuales realmente espectaculares, estamos ante un juego que, repito, arranca más de una sonrisa en su desarrollo. Además, la música y los efectos de sonido acompañan para ofrecer un buen conjunto.
Un juego divertido de Xbox Live Arcade
Lo que se pide siempre a un juego arcade es que sea sencillo, divertido y que ofrezca una muy buena jugabilidad. Sin duda, este Raskulls la ofrece y es una magnífica opción para pasar ratos divertidos con sus locos personajes y sus múltiples y variados niveles.
Lo Mejor
- Muchísima variedad en la jugabilidad
- Gran sentido del humor
- Un apartado técnico bastante bueno
Lo Peor
- Los desafíos son realmente complejos y difíciles.
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