Homefront es un notable juego de acción con una ambientación muy conseguida, aunque el argumento esté muy visto, y un excelente modo multijugador. Sin embargo, también hay que decir que se trata de un juego que tiene bastantes lagunas en algunos aspectos básicos del género como es la IA o el hecho de que toda la campaña esté tan dirigida que haya momentos que casi parece estás asistiendo a un show de acción, pero sin participar demasiado. Pero aún con estos fallos, Homefront también tiene grandes aciertos.
Fijándome en primer lugar en el modo campaña, hay que decir que THQ y Kaos, los dos responsables de Homefront, logran que te ubiques perfectamente dentro del argumento del juego. Mediante una rápida presentación, muy parecida a los primeros momentos de Operation FlashPoint: Dragon Rising, se desvela como en unos años Corea del Norte y del Sur se unifican y comienzan una campaña de conquista que acabará por sitiar por completo los Estados Unidos y convertirlos en un país sin esperanza en el que las fuerzas del ejército coreano se comportan como cualquier conquistador, es decir, erradicando poco a poco al pueblo estadounidense. Por supuesto, no todos se dan por vencidos y hay una resistencia, aunque esto lo sabrás tras conocer al protagonista del juego, a quién controlarás durante toda la campaña. En este caso se trata de un ex-militar y piloto que verá como es arrestado en su propia casa por el ejército coreano y poco tiempo después rescatado por la propia resistencia.
Sin ninguna duda, los desarrolladores del juego consiguen unos primeros minutos intensos y logran meterte de lleno en la historia del juego y, también, en el binomio conquistador – conquistado. De hecho, Homefront es un juego que tiene algunas de las secuencias más duras que se han visto en un videojuego y, además, no las ocultan o las dejan al azar. Imágenes durísimas que hemos visto en cine, en películas bélicas, pero que en videojuego no se han visto, o se han visto muy poco. Kaos ofrece una visión cruda y muy realista de lo que es una situación de este tipo y también logra de esta manera que empatices con la resistencia y con sus convicciones para lograr la liberación ya sea a través de estas duras escenas o a través de conocer a otros miembros de la resistencia cuando estás en la base, en los primeros momentos del juego.
Estas duras escenas se repiten a lo largo de esta campaña para un jugador y descubrirás toda la crueldad de lo que podría ser y es un conflicto de esta magnitud. Como toda buena historia bélica, por el camino perderás amigos y cada pequeña batalla será una gran victoria, pero desde pequeño y el ejército coreano grande, con lo que el sufrimiento se verá a lo largo de todo el juego. Desde luego, el planteamiento de Homefront es bueno y las escenas de guerra son excelentes, pero también tiene que tener ciertas características que lo hagan un buen juego.
Y es sobre todo en la campaña donde más fallos he visto. En primer lugar es una campaña corta. Es verdad que si no has jugado a ningún juego de acción de características semejantes te puede costar unas ocho horas conseguir acabarte esta campaña, pero si has jugado a títulos como Call of Duty, Halo o cualquier juego de acción del momento, te vas a encontrar con un modo campaña que en unas cinco horas has acabado en la dificultad normal. Es verdad que, por ejemplo Modern Warfare 2 ofrecía una duración similar, pero lo suplía con algunas de las escenas de acción más memorables, algo que no tiene este HomeFront. Porque una cosa es tener un buen marco argumental y otra muy diferente ofrecer ese punto de sorpresa al jugador en combate, algo que no tiene este juego.
De hecho, es un juego tan dirigido que en algunos momentos ralla lo incomprensible. Por ejemplo, en uno de los primeros momentos del modo campaña hay que dirigirse a la entrada de una serie de túneles creados por la resistencia, pero para mi sorpresa, solo puedo entrar tras los personajes que me acompañan. No se puede hacer de otra forma, porque no hay una opción que permita bajar a los túneles o simplemente dejarte caer en el túnel. Por si fuera poco, si estás justo en el camino predefinido del personaje, quedarás sorprendido al descubrir que o se atasca o simplemente te empuja para llegar al destino.
Si este aspecto predefinido de los personajes es sorprendente, no menos lo es la IA de los enemigos que se lanzan hacia ti o se cubren tras una pared de una forma que es siempre muy fácil acabar con ellos. Aunque lo peor no es eso, lo peor es que si no alcanzas un punto predeterminado por los desarrolladores, el juego no avanza en desarrollo y los enemigos siguen apareciendo sin parar. Especialmente sorprendente es una escena en la que salen de un pequeño cuartel sin parar hasta que entras para coger unos transmisores. Si no entras, no dejan de salir enemigos, pese a que en ese cuarto no cabrían más de diez soldados enemigos.
Afortunadamente, Homefront no tiene solo la campaña para un jugador, sino que también ofrece un modo multijugador, o mejor dicho, un gran modo multijugador. Este modo multijugador ofrece bastantes similitudes con Battlefield o M.A.G. pues ofrece objetivos y rangos para dirigir a otros, pero la forma de ganar puntos para personalizar a tu avatar virtual en el campo de batalla está bien pensada y, de hecho, es uno de los puntos que más te harán disfrutar, ya que te permite rápidamente equiparte con más y mejores armas. Además, también tendrás la oportunidad de luchar con vehículos, algo que siempre es de agradecer en el modo multijugador y que permite disfrutar al máximo de las partidas que son para hasta 32 jugadores.
En el apartado técnico Homefront es un muy buen juego. Kaos y THQ apuestan por una estética sobria y un diseño de escenarios que muestre la decadencia de Estados Unidos, así como todos los elementos propios de una ocupación. Como ya he dicho al principio de este artículo, sin duda Homefront ofrece algunas de las escenas más duras que hemos visto en videojuego, aunque cierto es que son escenas que sí se han podido ver en el cine y en películas que trataban del holocausto.
También los modelos de personajes son destacables, aunque la animación de algunos de ellos es un poco tosca. Lo que no se puede es destruir el escenario, algo que se hubiera agradecido, aunque como hay muchos juegos de acción que no ofrecen este detalle, simplemente diremos que en este sentido es uno más.
En cuanto al sonido no está mal. Una buena banda sonora para meterte de lleno en la acción y un buen apartado de efectos sonoros. Las voces están en castellano y no estarían mal si no fuera porque cuando te quedas parado sin hacer lo que se supone que tienes que hacer (por ejemplo, abrir una puerta) no dejarán de repetir una y otra vez la misma frase indicando que tenemos que hacer esa acción en concreto.
Un buen juego de acción que podía haber sido mucho más grande
Homefront es un juego que me ha dejado un sabor agridulce. Probablemente sea uno de los títulos que mejor sabe meter en contexto al jugador. Los primeros diez minutos del juego son capaces de dejarte sin aliento y algunas escenas del modo campaña desde luego impresionan por su crudeza. THQ y Kaos logran convencerte de que estás en mitad de una ocupación y que la única salida es rebelarse y resistir ante aquellos que te oprimen. Lástima que luego el modo campaña sea irregular, que la IA de los enemigos no esté a la altura y que, encima, en algunos momentos parezca que estás ante un juego de hace más de una década.
Afortunadamente, Homefront también tiene uno de los mejores modos multijugador que hemos probado en los últimos años y un buen apartado técnico que mejoran el producto en general. Esperamos que para la segunda parte, que estoy seguro que la habrá (aunque es posible que me tenga que comer mis palabras) Kaos y THQ sean capaces de ofrecer la misma intensidad en la ambientación corrigiendo los errores cometidos en este Homefront, porque entonces estaré hablando de un grandísimo juego.
Lo Mejor
- Un magnífico modo multijugador
- Una ambientación que te mete de lleno en el juego de una forma muy realista
- Un buen apartado técnico
Lo Peor
- La IA de los enemigos es demasiado básica
- Errores de principiante que hacen que el juego final quede deslucido
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