miércoles, 24 de noviembre de 2010

Un juego de mascotas virtuales para Kinect...mira que originales

De todos los juegos sacados para el lanzamiento de Kinect uno de los más interesantes y curiosos es Kinectimals, un título ideal para niños en el que simplemente poniéndose delante de pantalla, puede interactuar con una serie de cachorros de los más encantadores felinos. Ya en las primeras imágenes que vimos del juego, pensamos en Nintendogs, pero esta vez con felinos y con bastante más interacción. No íbamos desencaminados, pero los desarrolladores querían más y nos dan de un título que da algo más.

Y es que Kinectimals mezcla elementos que hemos visto en Nintendogs, otros que son más propios de una aventura y otros que nos recuerdan a las clásicas minipruebas. El resultado no es desastroso, pero puede definirse como un “querer abarcar demasiado”. Destinado a los más pequeños de la casa, comprobamos de facto que a ellos no se les puede engañar fácilmente.

Un gato precioso
Un gato precioso

En cualquier caso Kinectimals arranca como una aventura en el que como nuevos habitantes de una misteriosa isla, debemos buscar el tesoro escondido de un pirata que hace mucho se fue dejando a un curioso personaje, nuestro guía, al cargo de la isla y de los cachorros. Así nace el objetivo principal de este juego, que no es otro que encontrar ese tesoro. Así, para empezar esta aventura que nos irá relatando nuestro peculiar guía, primero tendremos que escoger a uno de los pequeños cachorros que tenemos enfrente y que corresponden a los grandes felinos. Tigres, panteras, leones, etc. Sin duda este es el mejor momento del juego con diferencia porque es imposible no enamorarse de ellos. Están bien realizados, tienen esa expresión propia de los cachorros y se comportan como tal.

Sin duda, los cachorros es lo mejor del juego y las acciones de enseñarles pequeños trucos también es excelente. Utilizando Kinect tendremos que ponernos de pie para enseñarle esos trucos, pero también hay que dar vueltas, agacharnos y otras acciones bastante divertidas tanto para nosotros como para los más pequeños. De hecho, lo que comprobamos es que es justo aquí donde mejor va con los niños. Además, el felino que hayamos escogido se acerca a la pantalla, lo podemos acariciar, chupará la pantalla como si fuese realmente lo que queremos ver y hacer. El resultado es enternecedor, la palabra que nos parece más adecuada para estos momentos del juego.

Una de las actividades
Una de las actividades

Estas enseñanzas y carantoñas se repetirán durante el juego, pero como decimos, en Kinectimals también tenemos que explorar y encontrar ese tesoro y es aquí donde el juego se vuelve monótono. Y es que tendremos minijuegos en esta parte del título, pero casi todos serán de tirar algo al cachorro para que lo recoja o utilizando también el tirar una pelota para que el cachorro vaya a algún sitio concreto. Claro, este punto era el menos mostrado en los anuncios y lo encontramos totalmente lógico, porque es aburrido, monótono y en ocasiones incluso parece que no responde bien a nuestras órdenes.

Así que como veis, tenemos dos partes bien diferenciadas. Por un lado el cachorro y las diferentes acciones que podemos hacer y que, desde luego, son espectaculares. Y por el otro las pequeñas misiones de exploración que a priori parecen interesantes, pero que al final son demasiado monótonas debido a que en esencia es el mismo minijuego. Claro, aquí también tiene su influencia Kinect por varias razones. En el caso de la parte más monótona, donde tenemos que mandar la pelota a diferentes lugares, no es que notemos el lag, es que a veces la pelota hace lo que quiere y nos crea la frustración de que no está haciendo lo que debe.

Esto es totalmente diferente cuando tenemos que acariciar al felino o enseñarle trucos. Aquí, todo va fluido y si no fuera porque sabemos que están en pantalla, nos parecería que, realmente, estamos acariciándolo. Es fantástico aquí Kinectimals. Pero no todo es bueno y es que el juego nos viene “mutilado” por culpa de Kinect.

La foto de grupo
La foto de grupo

¿A qué nos referimos? Básicamente a que Kinect en España todavía no funciona el reconocimiento de voz y esta es una de las funciones que en Estados Unidos mejor ha funcionado del juego. Es decir, estamos analizando un juego que en Marzo seguramente tendremos que reanalizar, eso si aún lo recuerdan los aficionados.

Pero Kinectimals tiene más cosas buenas y una de las mejores es el apartado técnico. Visualmente es un juego preciosista, colorista y pensado para los más pequeños de la casa. Los pequeños felinos son, repetimos, adorables y tienen un aspecto visual impresionante en el que podemos ver como su pelo va acompasado a sus movimientos. Los decorados no son tan espectaculares, pero es que en este juego nada lo es más que los felinos, pero cumplen su función de hacernos entrar en esa isla pirata.

El sonido también cumple. Melodías suaves, todo en castellano y efectos que, otra vez, son más destacados cuando uno de estos felinos simplemente ronronea al acariciarlo.

Salta pequeñín
Salta pequeñín

Demasiadas ideas juntas acaban por no llevarlo al punto cumbre

Kinectimals era a priori una gran idea. Un juego en el que sin necesidad de un mando podíamos acariciar a un cachorrito de tigre o de pantera y encima enseñarle trucos. El problema es que se ha querido ir más allá con el juego, darle un aspecto de aventura y para avanzar tenemos que realizar ciertas minipruebas y minipruebas que acaban por ser repetitivas y, sobre todo aburridas. Es aquí donde falla Kinectimals, aunque eso sí, los felinos son realmente adorables.

Lo Mejor

Los pequeños cachorros

La sensación de que casi estamos ahí.

Una idea bastante original

Lo Peor

En algunas acciones Kinect no ofrece buena respuesta y provoca frustración

Monótono en muchas de sus pruebas

Por culpa de la limitación de idioma, no es un producto “completo”

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