lunes, 22 de noviembre de 2010

Ezio, el mayor assassin de todos los tiempos vuelve, pero no está solo...

Hablar en los últimos años de Ubisoft es hablar de forma inevitable de Assassin’s Creed. El primer juego sorprendió por su increíble detallismo gráfico y por un sistema de plataformas curioso. Lo malo era su monotonía, porque al final siempre teníamos que hacer lo mismo para avanzar en la historia. Además, se le dio una falsa sensación de libertad al estilo Grand Theft Auto que lo único que consiguió es que la historia fuera totalmente caótica y que sólo al final consiguiéramos ver de qué iba realmente el juego. En esta primera parte controlábamos a Altair, un asesino de la Edad Media, a través de Desmond Miles y todo se basaba en la memoria insertada en su ADN.

Impresionante escena
Impresionante escena

La segunda entrega empezaba de forma trepidante con Desmond que huía de donde lo habían retenido en el primer juego. Conocíamos a Ezio Auditore, otro antepasado de Desmond que iba a sufrir la injusticia e iba a entrar de lleno en la sociedad secreta de Asesinos. En este juego nos contaban muchos más aspectos de la trama general, no sólo de la centrada en el pasado, que nos iba a desvelar un secreto terrible. La combinación de una historia bien estructurada, gran cantidad de acciones secundarias y acciones en el presente con Desmond y en el pasado con Ezio e incluso Altair le dieron una cohesión al juego que lo hicieron merecedor de todos los elogios. Como no, la trama quedaba inacabada y sin saber muy bien que era lo siguiente que íbamos a ver.

Y es ahí donde comienza el título que tenemos entre manos, porque Assassin’s Creed: La Hermandad comienza justo donde acabó el segundo título. Esto implica varias cosas: en primer lugar que controlamos de nuevo a Ezio, aunque esta vez está al máximo de su poder, en segundo que aparecemos en Roma y en tercer lugar, que parece que la guerra ha acabado. Nada más lejos de la realidad, porque tras los primeros momentos del juego, veremos como Ezio tiene que empezar de cero y viajar el centro de poder de los Templarios, a Roma, una enorme ciudad que será la total protagonista del juego.

Esto es parte del juego, porque de nuevo Ubisoft combina presente y pasado y lo hace mejor que en Assassin’s Creed 2. Ahora podremos salir del Animus voluntariamente y controlar a Desmond, que descubrirá nuevos detalles de sí mismo y también de lo que va a ocurrir en el futuro. De esta forma, el argumento en esta ocasión va a estar más dividido, pero desde luego nos va a dar más pistas de próximas entregas.

Una de las atalayas
Una de las atalayas de Borgia, que se tiene que destruir

El argumento es sólo una parte del juego, porque una de las mayores novedades de este La Hermandad es el modo multijugador. En este modo descubriremos que podemos disfrutar de ser asesinos. Hay varios modos de juego, pero todos ellos basan su potencial en sorprender al rival. Además, nuestro personaje puede aumentar de nivel, algo que activa nuevas habilidades y trajes. Además, Ubisoft ha empleado el nivel como medida para no mezclar un jugador con nivel alto con otros de mucho menos nivel, como en otros títulos similares, algo que es de agradecer para no acabar siempre eliminado por jugadores de más experiencia. Este modo multijugador nos ha sorprendido porque es francamente divertido y se crea esa tensión tan especial de los juegos Assassin’s Creed.

Historia y multijugador son los dos principales modos de juego, pero cuando entramos en el modo historia y nos dedicamos a hacer misiones, nos fijamos que las novedades incluidas en este Assassin’s Creed son abundantes. Ya nos dimos cuenta que de la primera parte a la segunda se incluyeron una impresionante cantidad de innovaciones, pero es que en este La Hermandad hay también una buena cantidad. Y es curioso que todo se desarrolle en una sola ciudad, porque la cantidad de cosas a hacer es enorme.

Corre por los tejados
Corre por los tejados

Muchas son derivadas de lo que vimos en el anterior juego. Es decir, tenemos misiones y tenemos contratos de asesinato, pero no hay que olvidar que Roma es una ciudad donde la influencia de los Borgia es absoluta, lo que implica que casi todo está controlado por ellos, nos referimos a las tiendas.

Aquí entra una de las primeras novedades del juego que nos ocupa. Y es que Roma está dividida en zonas que son controladas por los Borgia. Conseguir liberarlas es sumamente importante, porque sólo de esta forma podremos comprar negocios que, como en el segundo juego, nos darán beneficios que servirán para financiar a Ezio nuevas armas, armaduras o utensilios. Claro, esto no será fácil, porque tendremos que acabar con el capitán que comanda la zona y, además, hacer estallar en llamas la torre, o mejor dicho, la atalaya. Estos elementos vuelven a aparecer en este Assassin’s Creed: La Hermandad, pero para los detractores os diremos que son muchas menos (sólo hay 24) y que además tienen bastante sentido en este juego con la conquista de las zonas de los Borgia.

Las huestes de los Borgia
Las huestes de los Borgia

Esta es la primera de las novedades que nos encontraremos, pero también nos daremos cuenta de que el juego utiliza un sistema más elaborado para sincronizar nuestro ADN o avanzar de nivel. Hasta ahora sólo teníamos que acabar el capítulo para conseguir sincronizarnos y continuar con la historia, pero en este La Hermandad se nos desafía. Y es que en realidad podremos sincronizarnos al 100% sólo cuando consigamos superar algunos retos. Algunos son más simples que otros como por ejemplo acabar con una torre sin nadar en absoluto, pero hay otros con una limitación de tiempo para realizarlos que necesitaremos de toda nuestra destreza para conseguirlos.

La siguiente novedad está directamente relacionada con el título del juego, La Hermandad. Aquí no seremos un asesino solitario, sino que también tendremos a nuestra disposición algunos asesinos adicionales que nos ayudarán en ciertos objetivos. Pese a que no influyen en la historia, sí que podemos personalizarlos, elevarlos en experiencia y formar un ejército de asesinos para los últimos momentos del juego.

Algunas escenas del multijugador
Algunas escenas del multijugador

Por supuesto no podemos olvidar el juego en sí. No hay mucha diferencia en la base del juego realmente. Seguimos teniendo que hacer misiones desplazándolos de un lugar a otro, aunque ahora podemos optar por usar un caballo dentro de las ciudades, al que llamaremos en cualquier momento, muy al estilo de Red Dead Redemption. El sistema de plataformas sigue siendo excepcional y el desplazamiento nos parece excelente, además, el nuevo “ascensor” da juego a algunas plataformas, sin embargo, lo que más ha evolucionado en Assassin’s Creed: La Hermandad es el combate.

La base del sistema de combate es, básicamente, la misma que vimos en el juego anterior, pero se han añadido sutiles mejoras a nuestros movimientos y también a la IA de los contrarios. Ya no corren como locos hacia nuestra espada, ni se quedan ahí simplemente a que los matemos. Ahora van más allá, buscando el mejor flanco para atacarnos y también uniéndose diferentes tipos de soldados para acabar con nosotros. En cualquier caso Ezio no se queda corto con algunos de sus nuevos ataques y armas, como por ejemplo la ballesta. Además, el cañón de fuego es bastante más rápido de armar y disparar. Sin embargo, más interesante es el hecho de poder realizar rachas de asesinatos utilizando sólo un golpe. Una vez acabado con un enemigo, podemos seleccionar al siguiente para intentar acabar con él de un solo ataque.

Combate a caballo
Combate a caballo

¿Es más sencillo combatir en Assassin’s Creed: La Hermandad?

No, ni mucho menos, porque ahora tendremos muchos más soldados a nuestro alrededor. No olvidemos que estamos en Roma, en el centro de poder de la familia Borgia, y esto es algo que veremos en todo momento con una gran cantidad de soldados en cada rincón de la ciudad. Así que preparaos para combates contra ocho y más enemigos al mismo tiempo.

Curiosamente, en este juego no sólo tendremos que conocer la historia de Ezio, sino también la de Desmond, que verá como gracias al efecto “sangrado” (mediante el cual heredamos las habilidades de nuestros antepasados) se convierte en un letal Assassin. Estos niveles son curiosos, porque nos llevan a localizaciones que hemos visto en la Roma de 1499, pero en el presente, con el consiguiente desgaste de los lugares o con señales de tráfico que no podemos ver en la época de Ezio.

Múltiples enemigos eliminados
Múltiples enemigos eliminados

Historia, jugabilidad y multijugador ya lo hemos visto. Nos queda el aspecto técnico. Aparte de la ciudad de Roma, poco podemos alabar como novedad de esta entrega. El motor es exactamente el mismo que hemos visto en el anterior juego con los mismos aciertos y los mismos fallos exactamente. Sí, tenemos una Roma increíble, casi se puede tocar con la mano. Pero también es cierto que Assassin’s Creed: La Hermandad ofrece a los jugadores algunas tasas de fotogramas inferiores a lo esperado. No sólo eso, sino que también veremos de nuevo el efecto popping con personajes que aparecen repentinamente de la nada. Especialmente doloroso es ver esto cuando vamos a caballo, como si el ajuste no se hubiese realizado correctamente.

Aún así, aún con fallos, Assassin’s Creed: La Hermandad es un juego que supera gráficamente a casi todo en el mercado. Un título en el que podemos admirar virtualmente la Roma del Renacimiento y esto implica también ver las desigualdades de aquella época. Pasar por lugares llenos de riquezas y por barrios que todavía están medio derruidos. Además, el contraste entre la ciudad del Imperio Romano y del Renacimiento también es más que palpable, algo que podemos ver en las columnas de los edificios clásicos y los neoclásicos.

Esto no acaba aquí
Esto no acaba aquí

Nos queda el sonido que, como en la segunda entrega es impresionante. Una banda sonora cuidada, un doblaje excelente y unos efectos que nos meten de en toda la acción.

El mejor Assassin’s Creed… hasta la siguiente entrega...

Cuando analizamos el segundo Assassin’s Creed decíamos que Ubisoft había aprendido de todos sus errores y había creado un juego que manteniendo el espíritu del primer juego, corregía todos los defectos del primer Assassin’s Creed. La Hermandad no es una tercera parte, sino más bien lo que quedaba de la segunda entrega, algo parecido a lo que han hecho en cine con la última entrega del Potter, pero con muchas mejoras. Porque en esta nueva entrega se han ajustado más las mecánicas de combate yla historia y nos presentan algunas mecánicas de juego más que interesantes. Lo único que ha faltado es que hubieran corregido la tasa de fotogramas por segundo, pero aún así, un título imprescindible.

Lo Mejor

Ubisoft se las ha arreglado para conseguir agregar novedades de gran calado a la serie

Los niveles en los que llevamos a Desmond son un toque muy original

El multijugador es francamente divertido

Lo Peor

Problemas con la tasa de fotogramas

Algunas tareas son monótonas

El desarrollo de la trama peca de ser muy lento.

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