miércoles, 26 de enero de 2011

Snowboard ''real'' de Kinect

Pese a que parece que para Kinect haya solo juegos de minipruebas o de baile, también hay otros títulos como este CrossBoard 7 que no es otra cosa que una adaptación libre del snowboard. Gracias a Kinect la experiencia se hace más física y obliga a moverse como si se tuviese una auténtica tabla de snowboard. Sin embargo a CrossBoard 7 lo lastran los problemas de control, sobre todo en movimientos muy concretos.

Uno de los estrambóticos personajes de CrossBoard 7
Uno de los estrambóticos personajes de CrossBoard 7

CrossBoard 7 tiene muchos elementos que ya se han visto en otros juegos. Sin ir más lejos, los mapeados de las pistas recuerdan mucho a los de SSX Tricky, una de las últimas entregas de la serie de snowboard de EA. Sin embargo Konami utiliza personajes de fantasía en vez de simples deportistas de aspecto chocante. Es cierto que hay un humano y una humana, pero a partir de ahí nos encontramos con toda una variedad de seres que recuerdan a personajes de la serie Digimon por su apariencia y colorido.

Pese a que hay bastantes personajes en CrossBoard 7, con elementos diferenciadores en cuanto a su maestría sobre la tabla, nada más comenzar, hay que hacer el tutorial, algo habitual en cualquier título Kinect. Primero la postura, que es idéntica a si estuvieses realmente encima de una tabla de snow. Para ubicarse, sólo hay que imaginarse delante del televisor en posición lateral. Si te pones de forma frontal, CrossBoard 7 interpreta a través de Kinect que estás frenando. Los movimientos básicos son fáciles de aprender y en el tutorial reconoce perfectamente cada movimiento que se hace, de hecho, el tutorial que enseña algunos de los movimientos acrobáticos es muy bueno y se disfruta mientras vas girando en el aire y el personaje de la pantalla lo hace de forma idéntica.

El problema de CrossBoard 7 se da cuando empiezas a jugar en serio, en las pistas. Como en otros juegos arcade de snow, como el mencionado SSX, el objetivo es ganar la carrera, pero para tener un acelerón, una ventaja que ayude a ganar a otros corredores, es necesario hacer piruetas durante la carrera y es aquí donde se ven los problemas. Si sumas hacer la pirueta, luego girar y luego acelerar con otro gesto, lo que ocurre es que no haces bien ninguno de los movimientos y especialmente visible en dos de ellos.

Hacer una acrobacia es complejo en CrossBoard 7
Hacer una acrobacia es complejo en CrossBoard 7

Primero en el giro de algunas curvas. Si no eres un amante del snowboard, por instinto tiendes a girar el tronco y esto implica que Kinect detecta que estás frente a él pero no de lateral. El resultado es que de repente tu personaje se frena. Pero claro, este efecto también se ve cuando se realizan piruetas. Por poner un ejemplo, es difícil hacer un salto, girar en el aire y que en tu casa acabes de medio lado como quiere el juego. De nuevo acabas frenando, ya que no estás bien situado frente a la cámara. A partir de aquí, toda la experiencia de Crossboard 7 se lastra inevitablemente, porque durante una carrera estamos más tiempo peleando, más por no frenar que por disfrutar realmente del juego y de esos movimientos.

Lo que hay que reconocer es que el resto de apartados no están mal. El conocido retraso existente en Kinect está bien disimulado y en un juego como CrossBoard 7 es muy importante ya que la acción es rápida. En este sentido, sorprende gratamente no notar mientras juego ese “retraso”. Eso sí, cuando juega un amigo y miras la pantalla, sí se aprecia ese retardo, aunque sea pequeño. En el apartado técnico, gráficamente es un juego curioso con mucho colorido y buenos efectos visuales y no hay apreciables bajadas de fotogramas por segundo. Además, la banda sonora que acompaña no es estridente, con lo que Konami en este sentido ha hecho un buen trabajo. Eso sí, tampoco sorprende una vez que te acostumbras a tan curiosos personajes.

El apartado técnico de CrossBoard 7 no está mal
El apartado técnico de CrossBoard 7 no está mal

Lo que pudo ser y no fue

CrossBoard 7 es un juego de snowboard con elementos de fantasía que si no hubiera tenido soporte Kinect, seguramente habría pasado desapercibido. Kinect le da algo de relevancia, es cierto, pero lamentablemente peca de fallos de control que consiguen desesperar al jugador, algo que en el caso de Kinect es especialmente dañino y en concreto con CrossBoard 7 es el hecho de que mejor dejemos el juego casi de forma inmediata o al menos, hasta terminar la primera carrera como mucho.

Lo Mejor

El tutorial

Lo Peor

Controles problemáticos en giros y acrobacias

Desesperante en las carreras

Curioso apartado técnico, pero poco pulido.

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