Killzone. Ese fps exclusivo de consolas Sony, que nació como réplica a Halo de Microsoft, y que a cada capítulo se ha vuelto mejor y mejor. Es una franquicia hecha con mimo, todo hay que decirlo, y Guerrilla, la desarrolladora, se ha preocupado por avanzar en buen camino sin defraudar nunca a los fans.
Ahora llegará Killzone 3, un juego que continúa la historia justo donde terminó Killzone 2, juego de referencia para todo aficionado al género en PS3. No es momento de hablar de las virtudes de Killzone 2, de eso ya escribimos en su momento. A título personal admito que el desarrollo de la acción y los enfrentamientos de Killzone 2 me satisficieron mucho.
Killzone 3 será un más y mejor, está claro. Especialmente en el apartado técnico donde despuntó y sorprendió en el pasado E3. Por suerte Guerrilla ha abierto una beta multijugador a algunos afortunados, para que puedan comprobar en sus carnes lo que esta superproducción nos traerá, aunque sea sólo una pequeña parte.
Lo primero que sorprende es el apartado gráfico. No es un cambio excesivo respecto al anterior juego, de hecho Killzone 2 presentaba un trabajo técnico inmejorable, sin embargo en esta tercera entrega se le da la puntilla para rematar el conjunto. La iluminación es bastante mejor, pero esto es Killzone así que no esperes bonitos cielos. Al contrario, todo está sucio, lleno de polvo, putrefacto, por lo que el trabajo lumínico tiende a la oscuridad y decadencia. Sólo hay tres escenarios en la beta, pero cada uno de ellos es mejor que el anterior ofreciendo una autopista reconvertida en campo de guerra, una estación de energía y una presa una presa nevada.
Lo más interesante es la gran vida que tiene cada uno de ellos, con mucha acción más allá del campo de batalla. Grandes robots caminando, fuego y humo en la lejanía, naves volando, guerra que no vemos, y todo contaminado. No es como jugar en otros fps donde sólo vemos un escenario más o menos cerrado, aquí parece que nuestra zona solo es algo minúsculo dentro de un todo. Pero no nos confundamos, los escenarios son muy grandes, lo bueno es que dependiendo del modo de juego se aprovecha una u otra parte.
El control del personaje es igual que lo experimentado anteriormente, por lo que he probado en la beta el stick de movimiento de cámara esta algo mejor ajustado. En uno de los escenarios podremos utilizar el jetpack, la mochila armada y propulsora. Ésta funciona a modo de traje que nos ponemos o quitamos pulsando un botón, y una vez activada tendremos un salto más alto y dos cañones ametralladoras para causar más daño (guardando las armas que llevemos en ese momento). Hay que decir que el jetpack no es para volar, sólo tendremos más capacidad de salto. Además, en el caso de llevar un ingeniero, deberemos quitarnos el jetpack para construir torretas de defensa.
Las clases del juego son las justas y necesarias, de modo que además del ingeniero, tendremos el médico, el táctico, francotirador y explorador. Lo interesante es cómo se avanza en experiencia en el juego, da igual con quien juguemos porque la experiencia es global. Con ésta conseguiremos puntos de desbloqueo para conseguir armas o nuevas habilidades, y al mismo tiempo dependiendo de con qué clase juguemos más avanzaremos en esa profesión hasta alcanzar el papel de líder de grupo. Ni que decir que el sistema de progreso está totalmente orientado a los clanes y de hecho el menú de juego incluye opciones para crear y organizar nuestro clan.
Una vez en juego, en la beta hay tres modos de juego. Guerrilla que es el clásico deathmatch, Operaciones que es un Defiende la Base pero con un estilo cinemático la mar de interesante (cada zona perdida tiene una pequeña cinemática) y Warzone que es un modo de juego muy divertido. En Warzone los dos equipos tendrán los mismos objetivos, pero en cada partida cambiarán múltiples veces creando batallas dinámicas y originales. Cada pequeño objetivo tiene su tiempo para lograrlo, de modo que en algunos deberemos matar al líder rival, dominar una serie de zonas, activar/desactivar bombas, destrozar la radio del rival… hay bastante variedad y nunca se sabe cuál será el siguiente. Además, en cada sección uno de los equipos será el atacante y otro el que defiende, pero nunca sabemos qué seremos después.
Warzone es un modo de juego especialmente largo, se juega a cinco objetivos a completar lo que es una media de unos 15 minutos. Otro punto a favor de este modo de juego es que los escenarios, ya de por sí grandes, se aprovechan al máximo. Nunca luchas en las mismas zonas, el juego se encarga de movernos por todos lados y, lo que es mejor, el escenario cambia dinámicamente según los objetivos que se van cumpliendo o no.
La primera impresión sobre el modo multijugador de Killzone 3 es bastante buena. Faltará ver cómo se desarrolla en el juego final y , sobre todo, si integrarán más modos de juego, que es de suponer que sí. En la parte técnica se aprecia un cambio a mejor pero que en esencia es leve. Lo que se ha mejorado son los pequeños detalles que engordan la ambientación, ese humo en todos lados, las cenizas que caen del cielo, las explosiones y disparos… Recordemos también que esto es una beta y que, habitualmente también, en los modos multijugador el apartado gráfico se recorta para hacer el juego más fluida. Es de esperar que de aquí al lanzamiento este apartado sólo vaya a mejor.
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