viernes, 10 de diciembre de 2010

Infinity Blade, luchas interminables...

Que los dispositivos móviles de Apple de nueva generación tenían mucho potencial era algo sabido por todos, pero faltaba ese juego que destacase por encima del resto en todos los apartados, que llevase el videojuego en iPhone, iPad e iPod Touch a un nuevo nivel. Infinity Blade, por muchos motivos que relataré a continuación, es ese juego.

Ni que decir tiene que estamos ante el proyecto más ambicioso a nivel gráfico en un dispositivo móvil. Infinity Blade se nutre de la potencia bruta del motor Unreal 3.0 –eso sí, en versión recortada- para mostrar en pantalla un nuevo escalón audiovisual para iPhone (y hermanos). Gráficos en alta resolución, texturas de buena calidad en general, polígonos a chorro para crear ese castillo medieval de fantasía, y animaciones excelentes para personajes y enemigos. Aún mejor, el juego se mueve fluidamente la mayor parte del tiempo (algunas leves ralentizaciones en los momentos más álgidos), y responde muy bien a nuestras órdenes táctiles.

Hay tres tipos de enemigos: grandes, muy grandes y gigantescos
Hay tres tipos de enemigos: grandes, muy grandes y gigantescos

Si bien en el plano jugable Infinity Blade no es una gran innovación, sí que ejecuta con acierto y grácilmente el control que tenemos sobre el personaje. Elimina de manera acertada lo que sobra en los juegos táctiles y comprende que no es necesario tener un control absoluto sobre toda la acción, automatizando los momentos más tediosos. Así, la exploración entre lucha y lucha es bastante automática, apuntando con el dedo dónde queremos ir, mientras movemos la cámara en cualquier dirección. También es cierto que no hay mucho por explorar en el castillo de Infinity Blade, al menos de momento porque Chair nos promete actualizaciones con más escenarios, enemigos y objetos.

Luego ya pasamos a la acción: lucha de caballeros armados con escudo y espada, a mandoble limpio hasta que sólo queda uno. Deslizar el dedo es un espadazo en cualquier dirección, podemos activar el escudo, esquivar, hacer counters o incluso usar magia y poderes especiales. Las luchas son intensas, fáciles al principio y de dificultad creciente, aunque si bien se intenta crear novedad a cada enfrentamiento lo cierto es que el número de patrones de ataque de los enemigos es algo limitado y pronto aprenderemos cómo se mueven.

La jugabilidad de Infinity Blade es más que notable, es un juego adictivo, fácil de jugar y cuya mecánica incita a seguir avanzando, a mejorar continuamente. Esto es gracias en parte a la historia y evolución del juego, donde encarnamos a un caballero cuya misión es derrotar a un dios maligno afincado en un viejo castillo. Para alcanzarle deberemos luchar con sus secuaces uno a uno, e ir mejorando nuestro personaje mediante nuevos objetos, armaduras, espadas y anillos mágicos (cuya variedad es bastante alta).

Los cofres se encuentran fácilmente
Los cofres se encuentran fácilmente

Lo más interesante es que el juego en sí mismo es bastante corto, llegar al jefe final nos puede suponer no más de 30 minutos (menos si utilizamos el genial botón de avance rápido), pero matarlo será otro cantar. Comprobaremos desilusionados que la primera vez que luchemos con él, las diferencias de nivel son abismales y nos machacará impunemente. Es aquí cuando, después de la inevitable muerte, aparecerá nuestro hijo unos 20 años después, retomando la misma misión a las puertas del mismo castillo (pero conservando objetos y experiencia de nuestro padre). Es un ciclo sin fin de muerte y venganza de varias generaciones mientras que Infinity Blade va avanzando hasta que terminemos con el jefe final.

Conclusiones

Infinity Blade representa el tipo de juego que va como anillo al dedo a iPhone e iPad. No sólo ya por el apartado gráfico que está a otro nivel, sino por la forma de entender el control y la jugabilidad, que ha sido perfectamente adaptada a las posibilidades de una pantalla táctil. Muy jugable y divertido, a Infinity Blade se le perdonan los pocos fallos que tiene, como una traducción simplona al español, o un castillo no muy grande, gracias a la promesa de mejorar en un futuro cercano.

Otro pequeñín...
Otro pequeñín...

Lo Mejor

  • Gráficos y sonidos impactantes
  • Control muy acertado
  • Evolución del personaje (e historia)

Lo Peor

  • Patrones de ataque no muy numerosos
  • Castillo relativamente pequeño

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