jueves, 1 de julio de 2010

Todo sobre PlayEnglish y Playstation Move

Esta mañana la gente de Sony nos ha invitado a un desayuno para mostrarnos por un lado el esperado Move, y por otro un nuevo juego nacional titulado PlayEnglish en PSP.

Es una lástima que el juego de Tonika haya quedado totalmente empañado por los sensores de movimiento, pero aún así hemos podido ver un juego bien desarrollado y con una idea interesante para aprender inglés mientras te diviertes.

PlayEnglish es una mezcla entre aventura gráfica y juego de investigación estilo Carmen Sandiego, pero inyectando el idioma de Shakespeare, tanto como medio como objetivo final. Será necesario disponer de un nivel básico de inglés, porque el juego no comienza desde un nivel 0, pero si nos atrevemos a completar toda la aventura nos prometen alcanzar un nivel bastante aceptable de este idioma.

Para lograrlo el juego se sirve de conversaciones habladas a las que debemos responder, puzles gramaticales, recomponer frases, etc. PlayEnglish utiliza el método de estudio Vaughan y prometen que cada hora de juego equivale a diez horas de clase. En mi opinión algo totalmente desproporcionado, pero hay que dar el beneficio de la duda.

De momento el primer “pero” que vimos en la presentación fue paradójicamente el doblaje español de los personajes. De los que hablaban inglés no tenemos quejas, pero las voces españolas se acercaban peligrosamente al desastre…

En breve haremos el análisis correspondiente con nuestras conclusiones finales.

¡Por fin Move!

Después de PlayEnglish pasamos a la presentación de Move con dos de los juegos que estarán disponibles el mismo día de lanzamiento, que será el 15 de septiembre: Sports Champions y Move Party (títulos provisionales).

Recordemos que Move se pondrá en dos packs diferentes. El “Starter” con el controlador Move, la cámara (imprescindible para que funcione todo) y un disco lleno de demos de juegos y pruebas (no habrá ningún juego completo), a un precio de 59.99€. El segundo será sólo un controlador Move por 39.99€. En cuanto al segundo controlador, Navigation, útil en algunos juegos, se venderá por 29.99€.

Es decir, un controlador completo (Move + Navigation) costará casi 70€. En nuestra opinión algo caro, pero el alto precio de los controladores en esta generación de consolas es algo que debemos asumir como batalla perdida.

En la mano, Move se siente muy cómodo, mucho más que Wiimote. Los botones están perfectamente situados al alcance del pulgar y no molestan en absoluto, no es necesario mover la mano por el controlador para acceder a ellos. Lo mismo ocurre con el Navigation, de aspecto diminuto, con una cruceta algo más pequeña que en Dual Shock 3, pero perfectamente utilizable. Un apunte, la forma redondeada de ambos dispositivos puede dar lugar a resbalones, así que siempre la correa puesta.

Otro detalle es que podremos utilizar cualquier mando normal para sustituir al Navigation, eso sí cogiéndolo de una forma bastante extraña y poco usable.

La esfera de color tiene múltiples usos. Sirve para identificar cada controlador, por si hay varios jugadores; también sirve para interactuar con el juego mediante los colores (por ejemplo, a la hora de pintar); por último varía su color dependiendo de la habitación, así si estamos delante de una pared de color rojo, la esfera nunca se pondrá de color rojo porque dificultaría detectar el controlador.

Para un funcionamiento óptimo se necesita estar a una distancia como mínimo de metro y medio, dos metros, respecto a la pantalla, y en un arco máximo de unos 60º. La cámara, por cierto, debe estar a la altura de nuestros hombros, es decir más o menos encima de la televisión.

Los dos juegos que probamos eran códigos pre-alpha, es decir no acabados y con bastantes fallos, pero aún así consiguieron su objetivo principal: dejarnos ver las posibilidades de Move.

La sensibilidad de todo el conjunto (cámara + controlador con tres sensores) es extraordinaria, con una respuesta casi de espejo. El lag existe, es inevitable, pero es tan imperceptible que no afecta en absoluto al juego.

Sí apreciamos un detalle, a cuanta más carga gráfica más lento respondía el sistema a los movimientos de Move. Por ejemplo, en los minijuegos de Move Party apenas hay gráficos en pantalla, y por ello al utilizar Move la respuesta es poco menos que 1:1. Pero en la lucha de gladiadores de Sports Champions la respuesta era más lenta.

Move Party es un juego familiar con diferentes minijuegos. Por lo que hemos visto todos son similares, en el sentido de que siempre nos vemos reflejados en la pantalla y el sensor Move actúa a modo de “herramienta”, que se transforma en un ventilador, una raqueta, un punzón, etc. al estilo EyePet. Con este objeto en la mano debemos realizar diferentes actividades como explotar X globos o hacer volar unos pajarillos hasta su nido.

Es un juego de competición familiar, con el que Sony busca rascar un tipo de público muy, muy concreto, y fiel a otra compañía.

El otro juego presentado es Sports Champions, un ataque directo a Wii Sports pero con gráficos más reales. Aquí jugaremos a diferentes estilos de deporte empaquetados en originales pruebas. Hay de todo tipo, lanzamiento con arco, lanzamiento de disco, pin-pon, lucha de gladiadores, petanca, etc.

Se jugará como máximo en parejas, y algunas pruebas puede ser necesario (mejor dicho, aconsejable) utilizar un Move en cada mano, o lo que es lo mismo 80€ de controlador.

Probamos varios juegos, el tiro con arco nos sorprendió por la fidelidad que guarda con el deporte, y debemos ejecutar todos los movimientos que haríamos en la realidad: sacar la flecha con el brazo derecho, pulsar el gatillo para cogerla, situar el Move derecho a la altura del Move izquierdo (perpendicular al suelo), hacer retroceder el Move derecho, apuntar y soltar el gatillo.

Es más complicado hacerlo que decirlo y en esta prueba se nota, por ejemplo, la sensibilidad milimétrica que tiene Move. Apuntar con precisión cuesta e incluso el pulso podía desestabilizar la puntería.

Otra prueba muy divertida era la de lanzamiento de disco. Como si jugásemos al golf, aquí debíamos lanzar el disco hasta colarlo en una columna-jaula. Con el controlador debemos simular un lanzamiento tal y como lo haríamos en la realidad y descubrimos que efectivamente el vuelo del disco era bastante parecido a lo que nuestro cerebro predecía por naturaleza.

Lucha de gladiadores, una prueba más, no estaba del todo depurada, y tuvimos algunos problemas a la hora de probarlo, con una detección errónea de los golpes.

El mayor inconveniente de Sports Champions es que a cada prueba, y con cada jugador, se hacía imperativo calibrar Move, poniéndonos delante de la cámara para detectar la esfera de color. No es que molestase mucho, porque la calibración se hace en apenas dos segundos, pero sí que nos chocó un poco. Conclusiones

La reflexión después de haber probado Move es bastante clara. Es un controlador cuya tecnología supera ampliamente a Nintendo, muy precisa y con un retraso mínimo. Pero eso no lo es todo en este sector. Los juegos son lo importante, y de momento todo parece indicar que Sony tirará por el camino fácil, con juegos familiares y bastante casuales.

Ahora bien, futuros juegos aprovecharán Move de diferentes formas. Ahí está Echochrome II, y el uso de la luz y las sombras; o LittleBigPlanet 2 y las adaptaciones a Move de Heavy Rain y EyePet, por poner unos ejemplos.

Sony buscará satisfacer a todo el mercado, con juegos que se podrán controlar tanto de forma tradicional como con Move (el caso del nuevo Socom), y juegos dedicados exclusivamente al nuevo periférico.

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