Hace casi un año que salió a la venta el último Pokémon de la saga principal, HeartGold/Soulsilver. Aunque sin grandes cambios, daba a los aficionados lo que querían: jugabilidad de siempre, más Pokémon y un apartado gráfico que, sin destacar, cumplía su cometido. Esto mismo se podría aplicar hoy a Edición Negra/Edición Blanca. De hecho podría repetir bastantes cosas que dije en aquel análisis y nadie se daría cuenta. Y es que no nos engañemos, esto es Pokémon, por lo que la innovación raramente tiene cabida. Esta vez, sin embargo, se nota que está al caer la nueva generación de portátiles, y por ello, aunque el continuismo sigue presente, ahora hay un número de Pokémon indecente y un apartado gráfico considerablemente renovado. Todo esto hace de Edición Negra/Edición Blanca un juego, aunque cueste de creer, recomendable.
Pokémon Edición Negra y Edición Blanca cumple por enésima vez el mismo guión: eres un aspirante a entrenador Pókemon –chico o chica- que partirá, previa autorización materna, en busca del camino de la gloria como entrenador Pokémon. Esto significa que todo en el juego gira en torno a estos monstruos, por los que la población en general pierde la cabeza por ellos, y quién más quién menos es un experto en la materia y ha hecho sus pinitos en esto de atrapar estos bichejos tan adorables ¿Te suena, no?
A pesar de esta trama harto conocida, de tener que ganar las medallas de turno en los gimnasios hasta el enfrentamento con los malos finales y de ir atrapando Pokémon por el camino, en esta entrega el estudio Game Freak ha hecho un esfuerzo para cambiar ciertas cosas. Para empezar, la región en la que transcurre Edición Negra y Edición Blanca, Teselia, es bastante diferente a la de toda la saga Pokémon. Los típicos paisajes rurales y de pequeñas aldeas dan paso a un look mucho más occidental, moderno y urbano, con edificios más altos y mayor variedad en las diferentes zonas, sin olvidar los bosques, cuevas y sencillas mazmorras propias de Pokémon.
No estoy hablando sólo de un cambio de diseño, sino también técnico. Si una de las cosas a mejorar en HeartGold y SoulSilver era el poco avance gráfico respecto a los predecesores, este problema por fin se ha corregido en Edición Negra y Edición Blanca, y el juego luce más propio de DS que de una Gameboy Advance vitaminada.
Aunque se sigue conservando el 3D para escenarios y el 2D para el resto, el lavado de cara es evidente en ambos casos. En lo que respecta al 3D, ahora los edificios están más detallados, hay ciertos giros de cámara y zooms que dan más dinamismo a la escena y, por primera vez en la franquicia, hay secuencias cinemáticas en medio de la historia. Además, en Edición Negra y Edición Blanca hay las cuatro estaciones del año, por lo que el escenario tendrá muchos cambios estéticos según la época en que lo visites, además que hay Pokémon que son más de una estación que de otra.
Por lo que respecta a las 2D, los sprites son de mayor calidad. Los personajes no son tan rechonchos aunque no por ello pierden su estética infantil, y todos los elementos jugables, en general, ganan en definición. Lo mismo ocurre con las batallas, donde ahora cada Pokémon tiene sus propias animaciones de ataques y no unas decenas de animaciones genéricas que te acababas aprendiendo de memoria.
Además, puede que influenciados por los JRPG de toda la vida, Game Freak ha introducido primeros planos de los personajes en determinadas conversaciones, bonitas ilustraciones estilo manga que hace que los visualices mejor y no te limites a imaginarlos.
En el apartado de jugabilidad apenas he notado ninguna novedad en términos de mecánica de juego. Se sigue luchando igual que en HeartGold/Soulsilver, momento en que la pantalla táctil cobra especial importancia pues es nuestro menú para Atacar, Usar Objetos, Escapar o Cambiar de Pokémon. Como en los anteriores juegos, todo consiste en usar al Pokémon adecuado en el momento justo y tener que aprender a desechar ciertos ataques para que nuestra mascota pueda aprender otros.
Además, como todo buen RPG, la experiencia para ganar a los rivales será fundamental, y las casi 40 horas de juego se justifican por los combates secundarios que tendrás que realizar para subir de nivel a tus pequeños monstruos.
Tampoco cambian las caminatas, donde te cruzarás con los entrenadores de turno, objetos por doquier y alguna sorpresa propia de las sencillas tramas de los juegos Pokémon.
¿Si se parece tanto a anteriores Pokémon, que tiene de bueno el sistema de juego de Edición Negra/Edición Blanca? Pues básicamente que se conserva el buen hacer propio de Pokémon, y se añaden pequeñas mejoras, básicamente de organización, que te facilitarán el trabajo. Cierto, no se pueden considerar innovaciones, pero en una saga que apenas ha cambiado en 15 años ya es mucho. Por ejemplo, ahora curar a los Pokémon, comprar y vender objetos y organizar el inventario y las criaturas que llevamos encima se hace todo en el mismo Centro Pokémon. Con esto se gana en agilidad, se pierde ese clásico tener que ir arriba y abajo por simples trámites de transición.
Otro cambio que automatiza más todo el proceso es la posibilidad de poder conectarte para jugar en multijugador en todo momento, algo de agradecer si en la última partida guardada que tienes estás perdido dentro de una cueva, muy lejos del Centro Pokémon más cercano. En resumen, las rutinas más pesadas de Pokémon se han simplificado en esta edición, haciendo del juego una experiencia más satisfactoria.
Respecto a las funciones multijugador, en determinados puntos podrás jugar alguna sección cooperativa en tu partida, así como usar las características de DSi para hablar por videochat, por ejemplo. Aunque estas cosas son realmente meras anécdotas, pues lo que quiere el grueso de fans de Pokémon es obvio…¡hacerse con todos!
Por ello, Game Freak nos introduce un número casi inabarcable de Pokémon, la friolera de 649 especies. Dar con todos no es fácil, ni tan siquiera posible, de ahí que -Nintendo y Gamefreak son muy listos- en ocasiones te veas obligado a intercambiarlos con amigos que tengan otras ediciones o, directamente importarlos de anteriores versiones. El negocio está claro, si añades nuevos Pokémon y eres fan del juego lo necesitarás a toda costa para saciar tu sed coleccionista.
Un paso más hacia la próxima generación
En el análisis de hace un año de HeartGold/Soulsilver comentaba que sería un Pokémon que no pasaría a la historia, dado que se trataba de un remake y que era profundamente continuista. Exceptuando que en Edición Negra/Edición Blanca la historia –es un decir- es original, la sombra de 15 años de juego sigue presente. Mismas mecánicas de juego, mismos vicios y virtudes, para otra entrega de la saga que menos ha evolucionado en tres lustros.
Sin embargo, con Edición Negra/Edición Blanca es la primera vez en bastante tiempo en que la mejora técnica es evidente, y es algo que se agradece dado que estamos a punto de cambiar de generación de portátiles. Esta edición es la más bonita artísticamente hablando y aunque da lo de siempre, ciertas optimizaciones en la organización y el casi indecente número de Pokémon la hacen un producto imprescindible para los adictos a la caza y captura de estas criaturas.
Con estas pequeñas mejoras parece que Game Freak se está preparando para dar el salto a la nueva generación de consolas, una en la que los usuarios quieren más cantidad –por número de Pokémon- y calidad –un mejor aspecto técnico. Y es que no lo dudes, pronto se anunciará un Pokémon para 3DS, y aunque poco se diferenciará de sus hermanos de DS será, otra vez, un éxito de ventas. Porque admitámoslo, hay mecánicas de juego profunda e irracionalmente adictivas, y la que inventó GameF reak a medidados de los 90 es una de ellas.
Lo Mejor
La enorme cantidad de Pokémon (¡ya van por los 649!)
Las mejoras gráficas
La optimización de algunas mecánicas de juego
Lo Peor
En esencia, el mismo Pokémon de siempre
Imposible “hacerse con todos” si no tienes otros juegos o intercambias
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