La beta de Warhammer 40.000 Dawn of War II Retribution ya dejó pistas de cómo iba a ser esta segunda expansión y después de jugarla intensamente, la conclusión es clara: Relic ha escuchado a los usuarios y ha creado una expansión que aplica conceptos del modo multijugador al modo campaña. Aunque es cierto que da algún paso hacia atrás, también es verdad que Warhammer 40.000 Dawn of War II Retribution es más espectacular y ofrece lo que el jugador clásico de estrategia en tiempo real demandaba en gestión de recursos, pero sin dejar de lado el toque Relic.
Ciertamente, ya son unos cuantos juegos de estrategia en tiempo real de Relic jugados y la evolución es bastante clara. Más estrategia de escuadrón que gestión de recursos y una historia bien elaborada, sobre todo en la última entrega de Dawn of War II, Chaos Rising. Eso sí, si jugabas al modo multijugador, donde tenías una mínima gestión de recursos y también acceso a muchas más unidades que en el modo para un jugador.
Así que para Warhammer 40.000 Dawn of War II Retribution, Relic anunció interesantes novedades. Primero que no habría sólo un bando a controlar, sino varios bandos y que habría una mínima gestión de recursos, aunque nadie esperase algo como por ejemplo Age of Empires con Marines espaciales. El resultado final es una campaña en la que se pueden controlar seis facciones diferentes. Hay campaña para los Marines del Caos, los Marines Espaciales, los Tiránidos, la Guardia Imperial, los Orkos y, finalmente, los Eldar. En definitiva, los bandos más representativos del universo Warhammer 40.000.
La trama del juego transcurre diez años después de los acontecimientos de Chaos Rising y Relic nos ubica en una situación verdaderamente apocalíptica. Si bien en los Cuervos Sangrientos, el capítulo de los Marines Espaciales se logró acabar con el demonio de Aurelia, esto no ha acabado con los asaltos de los Marines del Caos. Por ello, el imperio ha decidido usar su arma definitiva en el sector, un arma que arrasará con heréticos e inocentes y sólo los Cuervos Sangrientos podrán conseguir evitarlo. Este es el modo campaña, que dependiendo de a qué bando se escoja se cuenta de una forma u otra.
Es cierto que hay ciertas variaciones en la trama, pero sólo para darle sentido. Olvidad aquí un argumento dividido en tramas, claramente ese no era el objetivo de Relic, sino más bien ofrecer al jugador lo que había pedido: la posibilidad de poder controlar en la campaña a más de un bando.
Cuando comienza la campaña, se pueden ver algunas de las novedades. Con Retribution, Relic aprovecha mucho su conocimiento del universo y la posibilidad de viajar de nuevo a los planetas que ya visitó en los dos anteriores juegos. De nuevo la acción transcurre en el sub-sector Aurelia y cada bando puede visitar los diferentes planetas, entre ellos Calderis o Typhoon. Dependiendo del bando, hay diferentes conversaciones y elecciones pero, repito, la campaña sigue siendo sólo una.
Lo que más cambia en este Retribution es, sin duda, la jugabilidad. Hasta ahora, en los dos primeros juegos se controlaban pequeños escuadrones con un héroe al frente. Máximo cuatro escuadrones que requerían de atención continúa para poder superar al enemigo. Los héroes eran claramente muy fuertes, pero esto no significaba ganar rápidamente, porque el número de enemigos era muy superior.
En Retribution esto cambia y ofrece un sistema de juego que introduce elementos del modo multijugador. Sí, sigue habiendo héroes, pero ahora también se pueden crear unidades. Para hacerlo se necesitan ciertos puntos del mapa que como en anteriores juegos de la serie hay que conquistar, pero también es necesario conseguir dos tipos de recursos, energía y requisas, y tener en cuenta que hay un límite de población, como en otros juegos de estrategia en tiempo real. El toque Relic es que en el caso de Warhammer 40.000 Dawn of War II Retribution, este número está determinado por cuántos héroes llevamos. Como en anteriores Dawn of War II se pueden llevar un máximo de cuatro héroes, pero sí decidimos llevar tres, tendremos más espacio para llamar a otras tropas, eso sí, no serám igual de poderosas que un héroe y, por supuesto, tampoco tienen sus habilidades.
Además, el sistema de recursos sigue siendo a la manera Relic. En este juego no se construyen estructuras, sino que hay que capturar diferentes estructuras que nos dan acceso a las unidades, ya sean marines o vehículos. De cada jugador depende que aparezcan en el mapa, pero siempre teniendo en cuenta el límite población. Esto implica que Retribution da acceso a muchas más unidades y, sin duda, a un mayor acercamiento al juego de tablero en el modo un jugador, algo que ya estaba en el modo multijugador.
Esto en cierta manera puede decepcionar ligeramente. La serie Warhammer 40.000 Dawn of War II era un tipo de juego de estrategia totalmente diferente a la competencia. Estrategia en tiempo real pura, sin gestión de recursos y en el que se controlaban unas pocas escuadras. En esencia no cambia, es cierto, pero también es verdad que al ofrecer tantos bandos, unidades etc, parece que Retribution se centre en el aspecto multijugador y olvide en parte la cohesión de una campaña que, para mí, pierde bastante fuerza narrativa.
Lo que no pierde fuerza es la IA de la máquina y los elementos más puramente estratégicos del juego. Se pueden destruir edificios, flanquear a enemigos y, por supuesto, utilizar técnicas de supresión con unas unidades, mientras otras acaban con ellos. Los elementos estratégicos que tantas veces hemos visto en los juegos de Relic están ahí, pero no sólo eso, sino que además los usa con maestría el ordenador, con una IA que en niveles avanzados de dificultad es un desafío incluso para los jugadores más exigentes de estrategia.
Por otro lado, el modo multijugador sigue siendo excelente, pero eso sí, con una ventaja añadida para muchos usuarios: no hay Games for Windows. Tanto en el juego original como en su expansión, Chaos Rising, el modo multijugador dependía del servicio online de Microsoft, pero para este Retribution se ha optado por usar de forma exclusiva el sistema de Steam. En esencia el juego multijugador es el mismo, pero el número de jugadores para disfrutar de él es absolutamente espectacular cada noche para un juego de estas características y esto se nota porque encontrarás partidas en apenas unos segundos.
Queda comentar el apartado técnico que apenas ofrece diferencias con respecto a los otros dos juegos. Y es que al igual que los dos anteriores títulos, Retribution es espectacular en su apartado técnico. Sigue siendo increíble ver como la iluminación de los disparos actúa sobre las texturas o como el calor deforma la textura de un edificio al disparar. También se ha conservado que el entorno sea totalmente destruible, lo que hace que ninguna estructura sea segura a la hora de afrontar una situación, ya sea defensiva u ofensiva. Y, cómo no, destacar al máximo el trabajo del equipo de diseño de escenarios que ofrecen toda clase de alternativas a la hora de planear estrategias.
El detalle de las unidades es elevadísimo, como en anteriores entregas, y en el caso de Retribution el añadido principal es el bando de la Guardia Imperial, aunque también hay alguna unidad nueva en los otros bandos. Eso sí, de nuevo hay que decir que los requerimientos técnicos son elevados si se quiere ver el juego en su máximo detalle gráfico.
Sobre la música y el sonido, decir que el juego está completamente doblado a nuestro idioma, algo que es de agradecer y como no, las expresiones de los Orkos son algo que agradará sobre todo a los más fanáticos del universo Warhammer 40.000.
Una magnífica expansión, aunque Relic sacrifique la historia
Warhammer 40.000 Dawn of War II Retribution me ha dejado buenas sensaciones, pero no tan buenas como los dos anteriores juegos de la saga. Relic ha querido satisfacer a aquellos que pedían una gestión de recursos, más bandos y la posibilidad de llevar más unidades. Ciertamente lo ha hecho, pero también es verdad que a cambio ha sacrificado la narrativa del juego para dar espacio a más razas.
Afortunadamente, en donde no nos decepciona Warhammer 40.000 Dawn of War II Retribution es en la parte jugable con esa estrategia en tiempo real tan propia de Relic en donde tenemos que planificar cada paso, si no queremos acabar superado por el enemigo. Y no quiero olvidar el modo multijugador, que permite disfrutar de este juego de tablero de una forma espectacular y sin necesidad de un espacio enorme. Además, gracias a la elección de Steam como método para jugar multijugador, el título gana el poder encontrar rápidamente una partida.
Lo Mejor
- Más bandos y unidades a controlar
- El modo multijugador gana mucho con el sistema Steam
- Gráficamente vuelve a ser un juego espectacular
Lo Peor
- La historia de la campaña para un jugador flojea
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