Ya son 3 lustros con la franquicia Worms. Más de 15 años de batallas estratégicas donde la jugabilidad ha cambiado bien poco, pero no así el nivel de adicción que producen estos juegos protagonizados por gusanitos. Y es que Team 17 cumple la máxima de que si algo es bueno lo mejor es no tocarlo demasiado.
Esto es lo que ocurrió con la última entrega, Worms 2: Armageddon para XBLA, donde a pesar de los añadidos vimos lo mismo de siempre, y parece que se repite en Worms Reloaded, la vuelta de la saga al PC. Así, este nuevo Worms viene a ser como el anterior pero con algún jugoso añadido.
Muchos modos, pocos cambios
Muchos son los modos que encontraremos en Worms Reloaded, aunque todos parten de la misma base: hacer batallas ya sea contra la máquina u otros usuarios hasta que sólo queden vivos miembros de un equipo. La diferencia de cada uno de estos modos está en los escenarios y en ciertos cambios en las normas y las condiciones de la batalla.
Brilla el clásico modo Campaña, que nos hace recorrer decenas de misiones ambientadas en diferentes escenarios: la Edad Media, la Gran Ciudad, un mundo industrial... Esta Campaña es muy pero que muy parecida a la que vimos en Worms 2: Armageddon hace poco más de un año, e incluso tiene esas fases intermedias que consisten en cumplir algún requisito, como escapar con vida de una trampa usando las armas del juego.
Por lo demás encontramos partidas rápidas y personalizadas, ya sea para jugar solos o en compañía, aunque de nuevo destacamos el modo Entrenamiento, pues es un muy buen tutorial in-game para sacarle todo el jugo a Worms Reloaded, ya que nos enseñará a mover el personaje, distintas tácticas y el uso de todas las armas del juego, que cabe decir que en esta edición es donde más encontramos.
Por último, tenemos los modos Área de Guerra y Matanza. En el primero de lo que se trata es de matar a todo lo que se mueva, al estilo Deathmatch, mientras que el segundo viene a ser el clásico modo Supervivencia, donde se premia aguantar más tiempo antes de caer.
Si decidimos jugar en compañía cabe decir que podemos hacerlo en red o localmente, como toda la vida. En este segundo caso debemos crear equipos previamente decidiendo algunos de sus rasgos.
Creando nuevos campos de batalla
Como vemos, hay realmente pocas novedades en cuanto a modos. En lo que realmente ha avanzado Worms, en cambio, es en el nivel de personalización. Ahora no sólo haremos los equipos como queramos –elegir sombreros, poner nombres, decidir su idioma, gritos de guerra y tumba- sino que podremos crear estilos de juego y escenarios.
Esto significa que podremos hacer y jugar a un Worms a nuestra medida. Lo de crear estilos de juego se refiere a decidir las normas y condiciones de una partida, entre un gran número de detalles –más que en la partida personalizada, además de que los ajustes se quedarán grabados-, mientras que creando un escenario podremos hacer campos de batalla de todo tipo.
Realmente se trata de una herramienta muy sencilla: podemos dibujar la forma del terreno, añadir agujeros, decidir el nivel del agua... Después de lo básico se decidirá el tipo de escenario entre los temáticos del juego y deberemos colocar los objetos que queramos, decidir la posición y número de gusanos así como la cantidad de objetos aleatorios que irán apareciendo.
No es un gran editor, puesto que algunas cosas, como ciertas decoraciones, se introducen de manera automática, pero por lo menos es un avance más en la saga en cuanto a temas de personalización, pues es un editor integrado en el juego y de fácil uso.
Jugando en PC
Worms 2: Armageddon era un buen juego, pero tenía un problema: el control con el mando de Xbox 360 no era tan cómodo como nos hubiese gustado. Esto no pasa en PC, pues con el teclado –y si queremos con el ratón para algunas funciones- manejar al gusano, hacerlo saltar, apuntar y disparar se hace de manera mucho más precisa. No en vano la saga debutó en ordenadores, y aunque ha habido versiones para casi todas las plataformas de estos últimos 16 años, siempre nos ha gustado más el control con teclado que con mando u otro periférico.
Otra mejora que notamos en Reloaded respecto al último Armageddon es que, menos mal, se ha mejorado la IA de los gusanos rivales. En la última entrega de XBLA hacían cosas muy extrañas, especialmente si estaban lejos de los objetivos. Aquí no las hacen, sino que rara vez fallan un impacto y tienen muchísima puntería por lo que son los enemigos aguerridos que esperábamos. Eso sí, suelen repetir estrategias, así que una vez que conozcamos un gusanito es probable que podamos encontrar su punto débil.
El 2D no pasa de moda
Worms Reloaded vuelve a usar el 2D, dimensión que no ha dejado desde Open Warfare. Y es que aunque cuatro fueron los juegos en 3D (entre 2002 y 2005) Team 17 tiene claro que a su saga le sientan mejor las dos dimensiones. En esta ocasión encontramos un título de un vistoso 2D en HD, con un excelente diseño de escenarios y donde los impactos los destruyen con lógica. De hecho pocos cambios notamos respecto a Worms 2: Armageddon, juego que ya tenía una excelente calidad gráfica.
Respecto al sonido, los famosos gusanos tienen más gritos de guerra que nunca y reniegan en varios idiomas. La música, de nuevo, es parecida a la del resto de entregas, de carácter relajante y adecuada para un juego de estrategia, aunque a ratos se puede hacer un poco repetitiv y no estaría de más poder añadir nuestra propia música en los niveles personalizados, por ejemplo.
Fiel a sus principios
Worms Reloaded es la continuación lógica a la saga. Como era de esperar apenas tiene cambios, si exceptuamos los nuevos editores y una IA más trabajada. Con todo ello estamos ante un título de fácil aprendizaje y muy adictivo, que justifica los 15 euros que vale en Steam, aunque si esperamos más, no lo vamos a encontrar en este Worms. Más modos, sí, buena calidad HD, también, pero la misma jugabilidad de siempre. Para fanáticos de los gusanos de siempre.
Lo Mejor
- Bastantes modos de juego
- El nuevo editor de niveles
Lo Peor
- Muy pocos cambios con respecto a la anterior entrega
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