martes, 1 de junio de 2010

Read Dead Redemption Análisis

Id grabando a fuego el nombre de John Marston, y es que el protagonista de Red Dead Redemption se merece, con honores, estar entre los personajes de videojuegos más emblemáticos de la historia

¿Por qué? Sencillamente porque el juego que nos ocupa demuestra, otra vez, que Rockstar sabe lo que se hace, que si no estamos ante el juego ideal poco le falta, pues nos encontramos ante uno de los títulos mejor producidos y más divertidos a los que hemos podido jugar en mucho tiempo.

Aunque el germen de Red Dead Redemption sea Red Dead Revolver, poco tienen que ver ambos juegos. Si el anterior era un shooter que Capcom dejó a la deriva y que Rockstar terminó y lanzó con notables resultados, Red Dead Redemption es, exactamente, el juego que los chicos de San Diego han querido hacer, una obra magna que parece difícil de imaginar en manos de otro estudio.

Bienvenidos a la Frontera

En Red Dead Redemption somos John Marston, antiguo forajido que ahora quiere hacer una vida tranquila junto a su familia, pero al que aún quedan cabos sueltos que atar, pues no podrá vivir en paz hasta que cace a Williamson, antiguo compañero de banda que, a diferencia de él, sigue haciendo fechorías.

Este hecho lo aprovecha Rockstar para que Marston realice toda una serie de misiones y actividades. Sí, la desarrolladora afincada en San Diego hace de nuevo lo que mejor se le da: un sandbox en toda regla. Esto significa que tenemos un basto terreno por explorar, en el que realizar las misiones que hacen avanzar la trama, así como centenares de actividades más.

La recreación del Oeste hecha por Rockstar es francamente espectacular. Una ambientación muy lograda, PNJ que se comportan de manera natural y son consecuentes con nuestras acciones, animales salvajes por toda la zona, cambios climatológicos... Sin duda, estamos, de largo, ante el mejor retrato que se ha hecho jamás en videojuegos del Oeste Americano.

Este escenario, como cabría esperar, se recorre con los diferentes animales y vehículos propios de la época y con la ayuda de un mapa muy parecido a los que estamos acostumbrados a ver en los juegos de Rockstar, con los puntos de interés marcados y la posibilidad de activar rutas.

Acción a lomos de tu caballo

Los sandbox de Rockstar siempre han sabido combinar muy bien el tipo de misiones. Así, si jugasteis a GTA IV os podéis hacer una idea de lo que encontraremos aquí, sólo que trasladado al Oeste. En este sentido Rockstar no innova mucho, sino que coge los principios del sandbox tal como ellos lo entienden pero llevándolo a la máxima potencia.

No faltan, pues, las misiones de tiroteos que se producen al querer rescatar a alguien o conseguir algo, las de escolta de trenes o carruajes, las de atrapar a un fugitivo, las carreras (esta vez en caballos o carromatos), las de acompañar a un personaje a otro punto del escenario, las ejecuciones estilo francotirador... Todas estas misiones combinan muy bien la acción con la conducción y están lo suficientemente bien equilibradas para que no sean imposibles de realizar pero nos supongan cierto reto.

Sobre el control, hay poquísimo que objetar. El mando siempre responde a lo que pedimos, y aunque en todo momento se hace uso de gran número de botones, del pad y de los joystick, está tan bien diseñado el sistema de juego que será muy intuitivo, fácil de usar y raramente nos equivocaremos de botón. Jugando a Red Dead Redemption jamás tendremos esa sensación de algunos juegos en la que hacemos algo y el personaje se comporta de otra manera. John Marston se mueve y hace exactamente lo que queremos que haga.

Mención a parte merece el dominio de los caballos. El sistema de control es sencillo y saca el máximo partido al uso de estos animales. Además, tienen inteligencia, pues ya no nos pasará eso de caer por un barranco por despiste y torpeza en los mandos. Los caballos no saltarán por acantilados ni se meterán en aguas profundas, pues saben que hay peligro. También hay que tener en cuenta que se cansan, así que si los forzamos mucho nos tirarán al suelo.

Respecto a carruajes, el movimiento también está muy logrado, ya no tendremos esa sensación de descontrol y de que conducimos “una barca”, como nos pasaba en GTA.

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