sábado, 12 de junio de 2010

El E3 está a la vuelta de la esquina. Y con él, vendrá lo nuevo de Gears of War, de Metal Gear Solid, nuevas e interesantísimas licencias a repartir entre las diferentes plataformas, e incluso nuevas consolas, pero este evento anual, parece que nunca está completo sin un elemento fundamental: The Legend of Zelda.

No en vano, esta saga tiene en su haber el considerado como mejor videojuego de la historia, y todas las entregas posteriores han sido hechas a conciencia para intentar superarlo, con las discrepancias que ello genera, sobre si la nostalgia afecta a la objetividad. Pero Zelda ya era Zelda mucho antes de Ocarina of Time, y seguirá siéndolo mucho después, y en todos y cada uno de ellos hay unas constantes, unos elementos perennes, pero también cada uno tiene sus particularidades que lo hacen único. Sin duda es una saga modelo, y la expectación por un nuevo Zelda nos puede.


Todo juego tiene una historia...

El abc de la épica medieval lleva estando enclaustrado en esta saga desde sus inicios. Un héroe, una princesa y un señor oscuro, son las tres partes fundamentales de una trifuerza, y, caracterizados de diferentes formas en cada entrega, siempre han estado ahí. Link, Zelda y Ganon. Valor, sabiduría y poder; no hay nada que los defina mejor. Que no sean el colmo de la originalidad no quiere decir que los guiones de la saga no puedan llegar al jugador. No son necesarias horas de secuencias e interminables diálogos entre personajes para empatizar con ellos. De hecho, Link no habla, ni ha hablado, y esperemos que siga sin hacerlo, porque realmente nunca ha sido necesario.


El protagonista es un mero nudo que avanza por el hilo conductor empujado por sus alrededores. Son los entornos, las situaciones que vivimos y cada personaje de cada pueblo los que con una escueta descripción nos hacen quedarnos con cada detalle. Todo desprende un aire mágico inigualable.

Sólo uno es una leyenda.

Llevamos más de dos décadas repitiendo el mismo patrón de adentrarnos en templos y mazmorras para conseguir objetos sagrados que nos permitan alcanzar la Espada Maestra, con la que adentrarnos en más localizaciones plagadas de acertijos y enemigos que nos llevarán al enfrentamiento final con Ganon para salvar a Zelda y evitar que la encarnación del mal se haga con las tres partes del Triforce. Y nunca nos cansaremos. Cada representación de Hyrule es distinta, aunque siempre tengamos los mismos elementos: un bosque, un desierto, un lago, Kakariko,... Pero aunque siempre parezcan planos temporales distintos, se siente que hay una conexión argumental por la mitología de cada juego.


Desde que Ocarina of Time revolucionó los videojuegos con el salto de la saga a las 3D, ha habido una clarísima diferenciación entre los títulos destinados a las portátiles y a las consolas de sobremesa. Si bien los primeros son unas excelentes aventuras, están más desvinculados de la historia principal y se centran más en ofrecer desafíos distintos con propuestas innovadoras, más orientadas a la resolución de entramados en las mazmorras que a buscar el enganche emocional del jugador, aunque esto también está empezando a cambiar, como pudimos ver en Spirit Tracks.

Pero son las entregas de las consolas domésticas las que nos llevan a fantasear con esa nueva visión de Hyrule, con esa posible nueva revolución, con nuevas mazmorras en localizaciones cada vez más increíbles, con otra épica batalla contra Ganondorf,... Y ciertamente, tras muchos E3, muchos Tokyo Game Show, GDC o cualquiera que sea el evento, nada ha conseguido igualar esto:



En pocas palabras, si te gustan los videojuegos, un Zelda es un juego por el que comprar una consola. Pero, ¿qué esperamos de la nueva entrega?


De momento, conocemos tres aspectos y un artwork del primer Zelda exclusivo de Wii: requerirá Wii MotionPlus, harán un mayor hincapié en los puzzles, y revolucionará la saga. ¿Tendrán todos estos detalles relación entre sí? Tras el primer Zelda, el segundo cambió la perspectiva cenital por el desarrollo lateral. Más adelante, en A Link to the Past, tuvimos que cambiar entre el mundo de la luz y una dimensión enrevesada y oscura para avanzar, mientras que en Oracle of Ages tuvimos que manipular elementos a través del tiempo. En Oracle of Seasons, el clima de las estaciones marcaba la diferencia entre escenarios, y en Minish Cap jugábamos con los cambios de tamaño.

Ocarina of Time revolucionó el género trasladando la aventura a las 3D con una mecánica posteriormente imitada por muchos, pero sólo igualada por sus siguientes entregas. Majora's Mask llevó la interacción con el entorno y los habitantes de la ciudad al máximo, con ítems, máscaras y posibilidades casi infinitas. Wind Waker cautivó con la expresividad de su estilo cartoon y unos giros en la trama que aún hoy siguen dejando huella. Finalmente, Twilight Princess, del que parece que tomará la estética el nuevo Zelda, dio a los fans de la saga absolutamente todo lo que querían: una gran historia bien labrada con guiños a entregas anteriores, nuevos objetos, y un toque más oscuro sin perder un ápice de la magia característica, añadiendo la inesperada transformación de Link en lobo.


Con semejante historial, ¿de qué forma podría revolucionar algo la nueva entrega? Habiendo logrado la perfección jugable del Z-Targetting añadiendo el puntero del Wiimote para las armas de largo alcance, parece difícil imaginar que vayan a arriesgarse con un nuevo cambio de perspectiva, pero todo apunta a que el Wii MotionPlus tendrá algo que ver con ese gran cambio, aunque nos gustaría saber cómo, pero las muestras del uso del periférico que da control absoluto sobre el Wiimote han sido más bien escasas, siendo el Kendo de Wii Sports Resort lo que más se aproxima a lo que podemos esperar del manejo de la espada de este nuevo Zelda.

Porque la clave estará en la espada. De la única ilustración oficial conocida del juego en la que aparece Link, sin espada, espalda con espalda con un misterioso ente que tiene entre sus detalles y sus ropajes varios detalles y líneas de la Espada Maestra, se ha llegado a deducir, prácticamente por unanimidad entre toda la comunidad, que el personaje acompañante será el espíritu de la Espada. Y será importante, sea o no la espada, ya que precedentes como Tetra y Mascarón Rojo, Sheik o Midna son piezas clave de sus respectivos juegos, por no decir que realmente son los verdaderos protagonistas.


Mientras que en otras ocasiones nos incitaban con tráilers anuales durante una larga temporada, en esta ocasión tendrá que ser algo mucho más directo, ya que un detalle importante es que será puesto a la venta a lo largo de este año.

Y hasta aquí llega nuestra expectación previa al E3. El próximo martes, durante la conferencia de prensa, se anunciará oficialmente, esperamos que con su nombre oficial, un gran tráiler, buenas dosis de material que analizar exhaustivamente, y quién sabe, ¿Miyamoto disfrazado de Goron? Esperamos una sorpresa a la altura.

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