Muchos conoceréis Scott Pilgrim a raíz de la próxima película protagonizada por Michael Cera; otros, habituales del mundo de este sector, lo habréis descubierto por el videojuego que se publica en PSN (y en breve en XBLA también); y unos cuantos habrán leído el cómic de mismo nombre que fue el origen de todo. Pero seamos sinceros, el cómic en España no ha tenido la repercusión que sí ha tenido en Canadá (país de origen) y EEUU, donde se ha convertido en un fenómeno de masas.
Quizá el éxito desmesurado de la extraña historia de amor entre Ramona Flowers y Scott Pilgrim sea por las infinitas referencias a la cultura pop del videojuego, música independiente y manga; guiños que, por cierto, se mezclan con una historia a veces costumbrista y otras totalmente surrealista.
El videojuego de Scott Pilgrim recoge a la perfección el espíritu que evoca los cómics, y la genialidad de Ubisoft ha sido la de apreciar lo suficiente la obra de O’Malley como para no limitarse a hacer un “copy-paste” de sus dibujos o una fría adaptación de la película (lo que habría sido mucho más fácil, pero mucho más erróneo).
Al contrario, Scott Pilgrim Contra El Mundo es un videojuego 100% auténtico, creado desde cero, aportando valor al universo de Scott Pilgrim, en lugar de chupar de él como un vampiro. Sus gráficos, su música, los personajes que aparecen o incluso el género elegido (lucha callejera) ha llegado a un nivel de acierto tal que en este sentido este videojuego es un excelente alto.
Pero el cascarón no lo es todo en un videojuego y si lo analizamos fríamente hay cosas que afectan gravemente a la jugabilidad. No hasta el punto de poner caras raras, pero sí con el peso suficiente como para aguar un poco la experiencia.
De corte (súper) clásico
Scott Pilgrim Contra El Mundo recuerda bastante a Castle Crashers. Este es un beat’em up de corte muy clásico pero cuyos personajes evolucionan y se hacen más fuertes conforme avanzan por los niveles.
Iremos avanzando repartiendo estopa a los malos que quieren detenernos, hay armas por doquier que podemos utilizar o lanzar, hay diferentes tipos de enemigos (más fuertes, más rápidos, más grandes…), y por supuesto hay jefes finales que en este caso serán los 7 malvados ex-novios de Ramona.
Un detalle a tener en cuenta es que los jefes finales suelen ser bastante más asequibles de lo esperado. Es decir, es más difícil recorrer el nivel que el propio enfrenamiento con un ex-novio malvado, que suelen caer con bastante facilidad.
También es digno de mención el intento constante de no caer en la rutina. El juego ofrece niveles diferentes, con enemigos nuevos cada poco, escenarios originales y situaciones inéditas. Las referencias a otros juegos y mangas son habituales y se agradecen.
Podemos controlar a cuatro personajes: Scott, Ramona, Kim y Stephen (las diferencias entre ellos son mínimas), y hay dos personajes ocultos que aparecen en un determinado momento. Todos ellos tienen una progresión de experiencia que se gana luchando hasta el nivel 16, y una vez llegado a ese punto no hay más. Anunciamos que se hace muy escaso, especialmente cuando en una partida normal se alcanza ese nivel a los 3/4 de la aventura.
Esta experiencia (sólo) desbloquea nuevos movimientos, de modo que al principio nuestros personajes apenas dan dos golpes seguidos, y conforme mejoremos podremos realizar ataques aéreos, golpes combinados, de suelo, etc.
Paralelamente tenemos unas estadísticas de Velocidad, Ataque, Defensa, etc., que se mejoran comprando objetos con el dinero que sueltan los enemigos caídos. Cuesta mucho conseguir el dinero suficiente para comprar, por ejemplo, más ataque. Y cuando decimos mucho es mucho. Es decir, tendrás que pelear con cientos de enemigos para mejorar levemente al personaje, y esas primeras luchas son terribles, pesadas, molestas y complicadas.
Este detalle hace que el inicio del juego, más o menos hasta la tercera o cuarta fase sea muy poco satisfactorio. No es que sea difícil el primer nivel, sino que resulta que nuestro personaje es sencillamente inútil. Sólo cuando conseguimos algo de experiencia y habilidades podemos progresar de manera más natural.
Como esta progresión está muy mal medida, al llegar más o menos a la mitad de la evolución del personaje que controlemos, el juego se decanta al lado contrario, es decir se hace mucho más llevadero y fácil. En ese momento podemos optar por subir de nivel de dificultad (hay tres), y seguir la aventura, o recomenzar desde cero con ese personaje mejorado.
Controlando a Scott Pilgrim
Algo que choca en el juego es que el control no está del todo bien adaptado. Por ejemplo, los personajes son terriblemente lentos (hasta que subes Velocidad), hasta un punto que puede exasperar, creednos, y cuando la tienes a tope es justo lo contrario, corren demasiado provocando precipitaciones al vacío en los muchos agujeros del escenario.
La lucha es en general bastante divertida, pero tiene cosas inexplicables, como por ejemplo que no haya un golpe para contrarrestar la defensa de los enemigos. Muchas veces estos se cubren de manera infinita y es imposible hacerles nada. Llegado a un determinado nivel de experiencia desbloquearemos el movimiento de agarre (counter para la defensa), pero tampoco es muy útil porque exige que nos acerquemos mucho al enemigo y en una posición muy determinada para poderle coger. Así que el agarre es uno de los muchos movimientos que utilizamos pocas veces.
Como es habitual en este tipo de juegos, los combos enemigos son imparables, y especialmente de cara al final del juego es habitual perder la mitad de la vida si consiguen cogernos. Tampoco consideramos justo que la velocidad de algunos enemigos se truquee en determinadas circunstancias, por ejemplo a la hora de salir por sorpresa, para atacarnos.
Además de los golpes normales hay dos especiales: uno que llama a un personaje en ayuda y otro que es el típico para golpear a los que nos rodean. Ambos quitan puntos especiales que se recuperan poco a poco.
Jugando con cuatro amigos en la misma pantalla (no hay online) el juego mejora sustancialmente. Podemos combinar golpes, revivirnos entre nosotros o pasarnos dinero. Definitivamente el juego está pensado para jugarlo en multijugador.
Muy fiel a Scott Pilgrim
Técnicamente el juego no tiene ningún pero. Su apartado gráfico se ha creado con tanto cariño al cómic y a lo que representa que es imposible no destaparse el sombrero al jugarlo. Para empezar, todo el juego es un completo homenaje a los juegos de 8 bits, con gráficos en 2D hiperpixelados. Sin embargo, aunque podría pensarse que es un atraso, lo cierto es que todo el juego sigue siendo en alta definición, con todo lo que conlleva: escenarios cargados de objetos, infinitos detalles, animaciones brutales…
El diseño artístico del videojuego es excelente, con todos los protagonistas identificables y muchas referencias al mundo del cómic, bien en el fondo del escenario con apariciones estelares de otros personajes, o bien con momentos gloriosos como los viajes por el subespacio de Ramona.
Y ya terminamos con la música. Compuesta por el maestro Anamanaguchi que trabaja en una vieja NES de 8 bits modificada. Así que ya os podéis imaginar qué tipo de sonidos os encontraréis. Aunque en un primer momento pensar en música de videojuego añeja puede echar atrás a más de uno, lo cierto es que la calidad de todas las canciones es altísima, con ritmos rápidos, originales y tarareables. El punto negativo es que son temas cortos y se repiten demasiado.
En definitiva, audiovisualmente no sólo es un juego respetuoso sino que homenajea todo lo que los jugadores de la vieja escuela apreciamos. Y por eso este juego se ganará el corazón de muchos.
Conclusiones
De Scott Pilgrim nos quedamos con la perfecta adaptación del cómic en forma de videojuego, como decíamos al principio. Sin embargo, si lo analizamos fríamente desde un punto de vista “menos fan”, nos quedamos con un juego que sencillamente cumple bien su cometido. A pesar de llevar bien el género beat’em up, no termina de ser un juego para recordar y por culpa se algunas mecánicas de juego se hace cuesta arriba, especialmente al inicio. En multijugador funciona mejor, pero que no tenga online es otro punto negativo.
Lo Mejor
- Recoge el espíritu que evoca los cómics
- Gráficos inmejorables
- Multijugador
Lo Peor
- Control mejorable
- Injusta dificultad al inicio del juego
- No online
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