Harmony of Despair es el juego más peculiar dentro de la saga Castlevania, una franquicia que ha sido respetada y encumbrada por Konami tantas veces como violada y humillada otras tantas, por la misma Konami también.
No sabemos bien a qué se debe estos muchos cambios de rumbo, aparentemente aleatorios, que ha provocado el nacimiento de clásicos consagrados como Super Castlevania o Symphony of the Night, de desilusiones como Curse of Darkness, o de monstruosidades jugables como el juego de lucha Judgement; y eso sin olvidar raros spin-offs como un juego de puzles para iPhone o extrañas máquinas tragaperras con Drácula de protagonista (señores, ¡máquinas tragaperras!).
En el caso que nos ocupa hoy, Harmony of Despair bebe su diseño y estilo de los Castlevania más “roleros” en 2D, es decir, de Symphony of the Night, pero especialmente de los juegos aparecidos en Nintendo DS desde entonces.
Lo que destaca de HoD es el objetivo mismo del juego, totalmente centrado en un modo multijugador, y en el que varios protagonistas de otros Castlevania recorrerán niveles laberínticos hasta llegar al jefe final de turno.Es un juego cerrado por inercia, no hay historia, y cada capítulo es independiente uno del otro. Harmony of Despair es el multijugador de cualquier otro juego de acción adaptado (muy bien adaptado) a Castlevania.
Seis capítulos
Hay en total seis misiones, y aunque pueden parecer pocas, es necesario unaingente cantidad de horas para completarlas todas. Esto es por el propio sistema de juego, muy Castlevania, donde comenzamos sin nada. Sólo superar el primer nivel nos llevará dos o tres intentos hasta conseguir el suficiente dinero y objetos que nos permitan subir de nivel las diferentes habilidades del personaje elegido
Cada nivel es original y totalmente diferente del resto y se debe afrontar de diferentes formas, pero siempre tenemos un tiempo límite para terminarlo de30 minutos. Son muy laberínticos, con las trampas clásicas de Castlevania, llenos de plataformas, y cada cual es más grande que el anterior hasta llegar a límites insanos. Además, los diferentes enemigos finales son todos originales y sorprendentes, con enfrentamientos rozando lo épico.
Lo destacable de ellos es el diseño que permite al jugador bastante libertad para explorar, con diferentes caminos a seguir y palancas para abrir y cerrar puertas. La sensación de jugar a HoD es la de estar ante niveles tremendamente gigantescos y complejos, pero una vez que te pones a jugar compruebas que son más asequibles de lo que aparentan.
Para jugar elegiremos uno de los cinco personajes, a saber: Soma Cruz, Alucard, Charlotte, Jonathan Morris y Shanoa. Todos son diferentes entre sí, y unos se apoyan más en las armas, otros en los hechizos, unos son más personalizables y otros menos. Lástima que en el fondo no estén del todo equilibrados, por ejemplo, es imposible superar el juego en solitario con Morris o Charlotte, mientras que Shanoa es la que tiene más posibilidades.
En cualquier caso, todos ofrecen una perspectiva única y nos exige jugar al juego de maneras diferentes, ni mejores ni peores.
No hay experiencia como tal, sino que las mejoras de Ataque, Defensa, Concentración, Suerte, etc. se consiguen equipándonos con tal o cual objeto y ropa. Además todos los objetos son compartidos entre los cinco personajes del juego, pero hay limitaciones como que algunos no pueden equipar determinadas armas o protecciones. Sólo la experiencia jugando nos dirá en definitiva qué es mejor para cada uno de ellos.
Multijugador
Harmony of Despair es tremendamente difícil. Es un juego que exige paciencia al jugador, repetir niveles una y otra vez, o probar nuevos objetos. Sin embargo, jugando acompañado se lleva algo mejor.
Pueden jugar hasta seis amigos simultáneamente y la experiencia es realmente buena cuando jugamos en equipo (hay un modo versus, insulso y anecdótico). Cuando jugamos en multijugador los objetos recogidos en los cofres se comparten entre todos, por lo que es imprescindible jugar así para mejorar personajes más o menos rápido. Es más, si cogemos un grupo avanzado, podemos mejorar rápidamente.
En multijugador no morimos, sino que si nos eliminan nos quedamos en un estado de esqueleto, inservible para nada. Nos pueden resucitar otros compañeros si han conseguido las pociones necesarias, porque de hecho si nos matan una segunda vez renaceremos (igual, en esqueleto) pero se restan 2 minutos del contador de tiempo global. Si el tiempo llega a cero todos pierden, y si mueren todos (en forma de esqueleto), también.
La genialidad del multijugador es que aunque indirectamente se premia el trabajo en equipo (haciendo las cosas más rápidamente, o recogiendo más cofres, etc.), es lo suficientemente flexible como para permitir el juego individual. Es decir, podemos ir a nuestro ritmo, haciendo nuestro camino hasta el jefe final sin interferir mucho en el “trabajo del equipo”.
El juego entiende que no todos tienen el mismo nivel y se adapta a ello, hasta tal punto que un jugador experto puede llegar al jefe final del capítulo y comenzar la dura lucha con él sin tener porqué esperar al resto. Posteriormente podemos añadirnos a la batalla si así lo deseamos.
Esta forma de ver el multijugador, por otra parte bastante egoísta, encaja bien con el espíritu monojugador de Castlevania. Eso sí, como todo, la diversión es mucho más satisfactoria jugando con otra gente, y terminar a lo bestia con un duro jefe final trabajando en equipo es lo mejor de este juego.
Al final, HoD es un juego pensado para jugar en multijugador, y una vez lo probemos pocas veces jugaremos en solitario.
Tecnología
Aprovechando librerías gráficas de otros juegos, Harmony of Despair nos ofrece un diseño en 2D, de aspecto pixelado pero tremendamente detallado. Las animaciones son realmente buenas, y muchas, como la de Alucard, son clavadas a las del juego original. El resto de efectos son un calco o adaptación de antiguos Castlevania, pero sí que es para destacar los jefes finales. Por ejemplo el del tercer capítulo que ocupa, literalmente, todo el nivel, lo que significa que nosotros apenas somos una pulga comparada con sus pies. Muy espectacular.
Lo más impresionante es el zoom, con varios niveles de acercamiento que van desde poder ver en pantalla todo el nivel (con personajes y enemigos en pequeñito), hasta una imagen mucho más cercana y detallada. El juego no se para en ningún momento, tengamos la vista que tengamos (ni siquiera en pausa), y mediante indicaciones vemos siempre en qué parte del nivel está cada jugador.
La música es realmente buena, muy en la línea de la franquicia, pero tiene un grave defecto. Como jugaremos tantas veces en los mismos niveles, y las partidas son bastante largas, al final las composiciones tienden a repetirse en exceso, desluciendo un poco el buen trabajo en este apartado.
Sí que hay defectos que no nos han gustado nada. Por ejemplo los extraños menús de juego, confusos en ocasiones y con traducciones algo raras(Menú Principal es el menú de inventario, por ejemplo). Tampoco tiene sentido que no haya ningún manual avanzado o tutorial de juego.
Se dan por sabidas muchas cosas, como el diferente significado de los colores de los cofres, el sistema de armas o progresión, y el significado de habilidades de cada personaje y/o enemigos. Excepto unas escuetas instrucciones el juego no explica nada concreto al jugador, como por ejemplo que si muere un esqueleto se restan 2 minutos de juego, lo que en este caso consideramos un fallo grave.
No es para todos
Harmony of Despair es en general un buen producto. Es muy difícil hacerse con él, especialmente en sus inicios, pero con paciencia y reintentos conseguimos disfrutar de la experiencia. Está totalmente orientado al multijugador, lo que en este caso es un acierto, y además el sistema funciona correctamente y sin lag aparente.
Puede que seis niveles se hagan cortos, y se hacen pesados por la necesidad imperiosa de repetir una y otra vez los mismos (bien para mejorar personaje, bien por necesidad de grupo), pero la buena noticia es que una vez superados se desbloqueará una dificultad Difícil mucho, pero que mucho, más compleja. También hay rumores de un próximo DLC con un séptimo nivel y dos personajes más.
En definitiva, este Castlevania es el spin-off más original y bien adaptado de todos los últimos juegos de la saga. El único hándicap es que está totalmente orientado a los fans y el resto de jugadores o bien no lo disfrutarán, o bien se cansarán de él antes de superar el primer nivel. Si no te gusta la saga, o no la conoces, resta un punto a la nota final.
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