¿Cómo vivían los Sims hace siglos? Lo cierto es que esta pregunta nos la hemos hecho todos los fans de Los Sims, y aunque hemos saciado la sed de ver a nuestros personajes vestidos de época con mods varios, veíamos muy lejos un juego o expansión dedicados a algún periodo histórico diferente a la actualidad.
Pero EA nos sorprendió hace unos meses con el anuncio de Los Sims Medieval, pues será el primer juego de la saga y sucedáneos en el que dejamos de lado la estética actual (no consideramos medieval algo como MySims Kingdom). Además, no se trata de una mera expansión o add-on, sino que estamos ante un juego completamente nuevo que coge algunos conceptos de Los Sims 3 pero que va mucho más allá, experimentando con otros géneros como no lo había hecho hasta ahora en la franquicia.
En Los Sims Medieval ya no estaremos tan sujetos a la rutina diaria de nuestro Sim, a satisfacer sus necesidades básicas y a hacer que cumplan con su deber de estar 8 horas en el trabajo. Esto es el medievo, y las cosas eran un poco diferentes. Así, ahora crearemos nuestros personajes y saltaremos de uno a otros: el Rey, el Espía, el Mago o el Sacerdote, todos ellos arquetipos de las historias de la Edad Media. Mientras controlemos a un personaje, además de hacerle vivir aventuras, deberemos cubrir sus necesidades básicas, pero los otros se cuidarán solos, ya que desaparece el concepto de la unidad familiar.
Esto da al juego una dimensión cercana al RPG y también al juego de estrategia al estilo The Settlers, salvando las distancias. Así, con Los Sims Medieval tendremos una combinación de micro y macrojugabilidad, es decir, nos deberemos centrar tantos en los progresos individuales de nuestros personajes como en la prosperidad del reino.
Por lo que respecta a la microjugabilidad, cada personaje tendrá una serie de desafíos por cumplir, que serán diferentes según el estrato social del Sim. Estos desafíos tienen varias partes y cuando los superemos se nos darán Puntos de Reino (KP, Kingdom Points) que, como en un juego de rol, servirán para adquirir tanto mejoras para el personaje a nivel individual como otras que afectan a la macrojugabilidad, como mejoras para el reino. En niveles muy avanzados podremos, incluso, expandir el tamaño de nuestros dominios. La cuestión es ir creciendo en los 4 baremos del reino: bienestar (salud de la población y economía) , seguridad (poder militar), cultura (proporcionada por los artistas y trovadores) y conocimiento (proveniente de las investigaciones de los magos y hombres de ciencia de la época), mientras hacemos que los personajes mejoren en su rama.
Veamos un ejemplo de desafío: acabar con una bruja que es una amenaza para el reino. Para hacerlo podremos combinar las fuerzas de varios de nuestros Sims o optar por una vía en concreto. Así, el espía podría acabar con ella, aunque también podríamos realizarle un exorcismo con el sacerdote o lanzarle un conjuro de magia blanca con el Mago.
Estos desafíos serán claves para la mejora del personaje, como decíamos. Así el Mago aprenderá hechizos nuevos y el herrero podrá crear y mejorar armamento. Aparece en Los Sims el concepto de 'crafteo', algo muy habitual en determinados juegos de rol.
¿Serán los personajes de Los Sims Medieval predefinidos? Ni mucho menos. Si bien hay cosas que cambian no faltará un potente editor de personajes, marca de la casa, esta vez con una estética más del medievo, claro. Con tantas opciones de personalización como en Los Sims, tampoco faltarán los rasgos de personalidad, así como una gran novedad: el defecto fatal. Este gran defecto o punto flaco será muy importante, pues a menudo nos impedirá cumplir un objetivo. Por ejemplo, podremos crear un personaje alcohólico. Será obligatorio asignar un rasgo negativo a cada Sim, sin embargo, habrá desafíos específicos para que pueda superarlo, aunque no será nada fácil.
También habrá modos de comprar y construir, aunque diferirán un poco de Los Sims 3. Por ejemplo, no podremos modificar la estructura de los edificios, pero sí amueblarlos a nuestro gusto, especialmente el castillo del Rey, en el que podremos colocar mobiliario, objetos de decoración y cambiar sus colores, así como los de paredes y suelos.
Lo que gana en peso es la colocación de edificios, como en un juego de estrategia. Así, es de vital importancia el hecho de construir sitios comunitarios como la herrería, el mercado, el puerto o la plaza principal del pueblo, todos ellos lugares idóneos para que la ciudadanía tenga trabajo y resulte productiva para el reino, o para que simplemente se puede distraer un poco en tanto ajetreo. También podremos enviarlos a la guerra contra territorios enemigos, aunque no esperemos que estén encantados con ello.
Y es que la muerte es algo presente en Los Sims Medieval, de manera más explícita a lo que venimos viendo en la franquicia. Se puede morir en los duelos habituales del reino –que se practican por deporte pero tienen consecuencias mortales- o siendo devorados por una bestia que se alimenta de los traidores al reino.
Aún así, no todo será guerra y violencia. Y es que en Los Sims Medieval también se puede optar por la vía diplomática. Si viajamos en barco a reinos vecinos podemos acabar siendo aliados, y en ese caso aparecerán junto a nosotros en el mapa, mostrándonos nuestro nivel de relación así como información de intercambios o edictos. Buenas relaciones suponen muchos beneficios para nuestro reino, si sabemos conservarlas.
Un giro para la franquicia de EA
Aunque ha habido spin-offs (MySims, The Urbz) y revisiones varias (la saga “Historias de…”), Los Sims Medieval es el juego de la franquicia que más rompe con la jugabilidad clásica de la saga de EA. Esta entrega puede ser una buena oportunidad para los que no sea adentran en el mundo de Los Sims por aquello de “para vivir una vida virtual, ya vivo la mía”, y es que con Medieval no sólo viajaremos a un periodo histórico fascinante sino que tocaremos géneros como el rol, la estrategia o la aventura, ideales para hacer prosperar un reino, una tarea que en videojuegos siempre ha resultado muy entretenida.
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