Hay muchas maneras de abordar una historia de detectives en los videojuegos: desde la acción, desde la aventura gráfica…o desde los puzles. Si en manos de otro creador Ghost Trick hubiese resultado un juego poco destacable, Shu Takumi –el mismo que inventó la saga Ace Attorney- consigue el equilibrio justo entre puzles, un guión interesante y un sentido del humor muy particular. Con un diseño que nos puede recordar a las aventuras gráficas clásicas, Ghost Trick: Detective Fantasma es una opción más que recomendable para los amantes de los juegos de ingenio a golpe de stylus.
El principio del juego no podría ser más cañero. El personaje jugable resulta que está muerto en un vertedero, puede ver su propio cadáver y, por si fuera poco, no tiene ni idea de quién es. Gracias a la ayuda de un peculiar aliado empezará una investigación, primero para salvar a una chica del peligro pero, sobre todo, para saber quién es y cómo ha llegado hasta allí.
La trama de Ghost Trick: Detective Fantasma está muy bien desgranada. Como en los clásicos juegos de investigación, se van añadiendo en un diario tus avances, aunque cabe decir que éstos serán muy lineales. Y es que, como decía, el título se basa en la resolución de puzles, no tanto en aquello de los point and click de “¿y ahora cómo sigo?”. Así, cada capítulo del juego está desarrollado en uno o varios escenarios dónde habrá que conseguir un propósito.
Éste puede pasar por evitar que a un personaje le pase algo trágico, librarse del malo, descubrir cierta información o, simplemente, huir del lugar ¿Y cómo te mueves y desarrollas acciones si eres un fantasma? Pues porque tienes la capacidad de saltar de objeto en objeto, y una vez “poseído”, interactuar con él. Así pues, la mecánica básica de Ghost Trick es parecida a la de esos juegos al estilo Crazy Machines donde hay que colocar y mover engranajes para crear un mecanismo que se mueva y haga caer la pelotita de turno. La diferencia es que aquí lo que encontrarás son escenarios cotidianos, con muchos objetos entre los que saltar, aunque no siempre será fácil lograrlo. Y es que los saltos del personaje no son muy largos, así que habrá que hacer muchas transiciones y virguerías para llegar al objeto deseado.
Los momentos de pasar de objeto en objeto y de interaccionar con ellos se diferencian por un estilo visual diferente que se activa con un simple botón –de hecho, al movernos de objeto en objeto, se congela el tiempo. Además de saber qué hacer en cada momento, a veces habrá que ser muy rápido para saltar de un modo a otro, pues a diferencia de otros juegos de puzles aquí el factor tiempo y la inmediatez de algunas acciones con algo clave, sobre todo cuando posees un objeto que está en movimiento y hay que pasar a otro justo en un punto.
Y si hablo del tiempo, me viene a la mente uno de los aspectos más interesantes del juego. Tu particular detective no sólo puede poseer objetos, sino volver a determinados momentos del pasado, algo que será determinante, sobre todo para salvar de una muerte segura a algunos personajes, algo que se repite una y otra vez. Estos viajes al pasado se supone que se hacen 4 minutos antes de la muerte de determinado personaje –el cadáver es tu particular máquina del tiempo-, aunque no se trata de tiempo real, sino de tiempo de acciones, por así decirlo. Aunque la acción va sucediendo delante de ti como si la estuviésemos viendo grabada en un vídeo, realmente depende del número de acciones que realizamos, y de algunas que al hacerlas anulan otras.
A pesar de este falseo del tiempo real, el juego está excelentemente programado para que esto no resulte forzado y realmente creas que el tiempo pasa de verdad. En estos momentos, los de vuelta al pasado, es cuando el juego me ha resultado más interesante y trepidante, pues he tenido que sospesar muy bien cada movimiento y acción antes de realizarla, y eso en algunos momentos será un gran reto. Por ejemplo, en una de las fases iniciales, donde debemos salvar a una muchacha y a su perro, la acción correcta pero en el momento inadecuado ha acabado resultando mortal. Para diluir esta dificultad hay que decir que podemos repetir la escena del pasado tantas veces como queramos y que hay momentos en los que se crea un punto de guardado intermedio que evita tener que repetir acciones más mecánicas.
Como decía, Ghost Trick se desarrolla en escenarios cerrados, por los que podemos mover la cámara con el stylus, pues ocuparían el espacio de 3 o 4 pantallas táctiles –ya sea en horizontal o vertical ¿Pero cómo puede el personaje saltar de un sitio a otro en grandes distancias? Hacerlo de objeto en objeto sería un engorro, ¿no? Para eso el juego se toma la licencia de que el personaje pueda saltar también a través de la línea telefónica y gracias a los números registrados de los lugares que vaya visitando. Así, aunque es una aventura cerrada –y a través de los comentarios del personaje se te dan muchas pistas de dónde hay que ir- habrá bastantes ocasiones en las que se deberá volver a un lugar previamente visitado.
Ghost Trick: Detective Fantasma tiene una jugabilidad que engancha. Prácticamente todo sea hace con el stylus, y es que cuesta imaginarse jugar a un título donde la inmediatez de acciones es básica con controles tradicionales. Además, aunque hay algunas acciones que se repiten, la variedad de escenarios y de objetos con los que interactuar es tan grande que no he tenido la sensación de que eso ya lo había hecho antes.
Eso sí, si juegas a Ghost Trick, tómatelo con calma, y no sólo porque algunos puzles te vayan a llevar un buen rato. Abundantes son los diálogos entre personajes o sus reflexiones –el protagonista también tiene el poder de oír los pensamientos de los vivos y de hablar con otros muertos-, secuencias habladas que no se pueden saltar y que para el jugador más ansioso pueden resultar un impedimento. Pero no en vano este es un juego de investigación, así que tiene toda la lógica que estén presentes, además de que no hay momentos de diálogos paja, eso tan propio de algunos juegos de rol japoneses; todo lo que se dice tiene peso en la trama, son pistas que ayudan al protagonista a seguir adelante.
Para el estilo visual de Ghost Trick: Detective Fantasma se ha optado por recursos sencillos, pero efectivos. El juego está hecho íntegramente en 2D, con un estilo de personajes y escenarios que nos recuerda a as aventuras gráficas point and click, tanto por la cantidad de detalles del escenario como por el estilo y las animaciones de los personajes, todo pasado por el filtro japonés, eso sí. Los primeros planos de los personajes, que se da cuando hablan, son parecidos a los de Ace Attorney, atractivas ilustraciones de rasgos exagerados estilo manga y que le dan mucha personalidad al juego.
Respecto al sonido, cumple con unas melodías de misterio muy adecuadas para la temática del juego, aunque a la larga pueden resultar repetitivas. Eso sí, aquí no encontrarás diálogos hablados o voces de apoyo (como los “¡Protesto!” de la saga Ace Attorney), todo se dice en texto en pantalla.
Una buena alternativa a la saga Layton
Si las ventas de Ghost Trick: Detective Fantasma son buenas, no lo dudes, tendremos más juegos de esta saga. Hacer un juego de puzle lo suficientemente desafiante y donde además lo que se hace esté justificado con la historia, no es fácil. Pero Shu Takumi lo ha logrado, creando un juego irresistible, con una trama de misterio interesante y una jugabilidad muy bien pensada para dispositivos con control táctil –veremos qué tal se adapta a iPhone.
Jugar a Ghost Trick: Detective Fantasma me ha resultado una delicia, y ahora que estamos huérfanos de Profesor Layton resulta una muy buena alternativa a la saga de Level 5.
Lo Mejor
Buena integración de los puzles en la historiaLa gran variedad de resoluciones
Una historia interesante y con sentido del humor
Lo Peor
Demasiados diálogos si eres un jugador ansiosoNo tiene ningún diálogo hablado
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