30 años tiene ya el bueno de Pac-Man. Tres décadas en las que apenas ha mermado nuestro interés por este esférico comilón que se pasa el día corriendo y corriendo, a veces detrás, a veces delante, de fantasmas de colorines. Y eso apenas sin cambiar su mecánica ni estética, todo un mérito en los tiempos que corren. Si bien PAC-MAN Championship Edition DX tampoco inventa nada, su variedad en los modos y una velocidad trepidante lo hacen uno de los títulos sobre el personaje creado por Namco más divertidos a los que he jugado en los últimos años.
PAC-MAN Championship Edition DX gustará a todos los fanáticos de Pac-Man, pues su mecánica es la misma de siempre: comer esferas y objetos especiales, hacerse con los potenciadores y dar caza a los fantasmas que nos persiguen, pues eso da muchos puntos. La diferencia en esta versión es que lo que tenemos que hacer no consiste en limpiar el escenario sin más, sino que encontramos siete mapas diferentes y cada uno de ellos tiene varias pruebas, siempre relacionadas con la jugabilidad clásica.
La función principal de PAC-MAN Championship Edition DX, además de hacernos pasar un buen rato, claro, pasa por picarnos con nosotros mismos, pues en todas estas pruebas lo principal es el tiempo. Ya sea en fases que duran determinados minutos que hay que aprovechar para puntuar el máximo posible o en otras en las que hay que realizar cierto objetivo en el menor tiempo del que seamos capaces.
La sensación principal que tenía al jugar a este PAC-MAN Championship Edition DX era la de velocidad. Velocidad, aceleración y energía, y es que, y más si jugamos en nivel Avanzado, tanto nuestro amigo Pac-Man como sus rivales se mueven a gran velocidad, cosa que hace que tengas que estar muy despierto, pues las vidas suelen ser muy limitadas. Aunque raramente los laberintos están cargados de bolas –aparecen a medida que comemos más- hay que ir con mucho ojo para atrapar los objetos que dan más puntos y, sobre todo, los potenciadores para acabar con los fantasmas.
Estos fantasmas empiezan en un estado de letargo y a medida que pasamos por delante suyo se despiertan y nos perseguirán. La estrategia del juego está, precisamente, en decidir en cada momento si nos interesa más pasar desapercibido ante ellos, apartarlos de nosotros con unas bombas especiales –limitadas, claro- o hacer que nos persigan cuantos más mejor, para comer el potenciador en el momento adecuado y pegarnos un buen atracón de enemigos. Y es que en determinados momentos podremos comernos de una tacada 40, 50 o 60 fantasmas –de hecho una de las pruebas se basa en eso, comer el máximo número de enemigos de una vez.
Los combos de comer fantasmas me han resultado muy espectaculares, pues los efectos de luces y sonido están especialmente logrados en estos instantes y crean más si cabe esa sensación de aceleración de la que hablaba antes. En todos estos momentos la fase en cuestión se torna un festival de color, y unido a la música de estilo tecno tan apropiada para la franquicia, me han hecho rememorar esos tiempos del 8 bits en los que jugábamos hipnóticamente a lo que entonces llamábamos “El Comecocos”.
Y es que la estética de PAC-MAN Championship Edition DX está a medio camino entre lo clásico y lo nuevo. En un alarde de creatividad por parte de Namco, lo que han hecho es que cada nivel pueda jugarse de distintas maneras, visualmente hablando. Así puedo seleccionar unos personajes y objetos tremendamente pixelados, que recuerdan a la época de las recreativas, otros menos, pero que me siguen devolviendo a los tiempos de los 8 bits, o pasar a los gráficos más avanzados y con líneas más claras, todo en 2D, eso sí. Lo mismo con los mapas, que tendrán más o menos colores y formas según queramos. La verdad es que es un gustazo pasar de un estilo al otro sin despeinarse, y aunque eso no aporta nada nuevo a la jugabilidad da más variedad a un juego que, en términos generales, es siempre lo mismo.
Y es que no nos engañemos, aunque se ha hecho un esfuerzo por crear pruebas nuevas respetando los principios del juego –lo mismo hizo Nintendo, de ejemplar manera, con Tetris Party Deluxe hace unos meses- PAC-MAN Championship Edition DX viene a ser lo mismo de siempre, otro intento por parte de una desarrolladora importante de devolver una franquicia reconocida a su máximo esplendor gracias a una versión actualizada pero con aires retro.
Aún así, PAC-MAN Championship Edition DX consigue lo que se propone, y es tremendamente adictivo, por un lado por una jugabilidad que siempre funciona, por el otro por estos pequeños retos que dan un giro ligero pero adecuado a la franquicia y, en tercer lugar, por un excelente control. Lo cierto es que con stick analógico PAC-MAN se juega especialmente bien, pues aunque el muñeco se sigue moviendo como siempre, resulta más dinámico realizar los giros con stick y es muy cómodo para usar el nuevo efecto de aceleración. Si nos ponemos a comparar este Pac-Man con juegos anteriores de consola -DS o Wii- y PC –hasta hay versiones en Facebook- pasar de cruceta o teclas direccionales a stick es toda una delicia.
Si algo se le puede reprochar a esta versión es, sobre todo, la ausencia de multijugador, ya sea offline o online. En ambos casos hubiese sido posible, pero desconocemos la razón por la que Namco no ha contado con estos modos. Como decía, todas las pruebas de PAC-MAN Championship Edition DX están pensadas para realizar el máximo número de puntos más que para limpiar una fase, por lo que haber incentivado el pique entre jugadores hubiese sido muy adecuado. Por desgracia Championship Edition DX se limita a que nos retemos a nosotros mismos, a que consultemos nuestras estadísticas de juego, a que nos peleemos con nosotros mismos. En la era del juego social y de la obsesión por las tablas de clasificación esta ausencia resulta inexplicable -¿quizás se solventará con una segunda parte?
¡Feliz cumpleaños, PAC-MAN!
Jugar a PAC-MAN Championship Edition DX es una muy buena manera de celebrar los 30 años de nuestro comilón favorito (¡en mayo ya hará 31!). El juego es tremendamente divertido, y aunque se echan en falta más mapas, un gran diseño de éstos, los diferentes modos, los tres niveles de dificultad y el incentivo de mejorar nuestras puntuaciones y tiempos hacen que sea un título de larga vida.
Sin duda su gran defecto es la falta del multijugador, pero a pesar de eso estamos ante una gran actualización del mito de Namco, un juego que nos hará recordar viejos y felices tiempos.
Lo Mejor
- Tremendamente adictivo
- Niveles muy bien diseñados
- Las diferentes versiones estéticas
Lo Peor
- La ausencia de multijugador
- Sólo siete mapas
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