martes, 26 de octubre de 2010

Fable III, una triología de maravillosos gráficos

Fable es una serie de juegos amados y odiados por igual. Hay jugadores que adoran su toque infantil, sus decisiones que nos permiten elegir entre convertirnos en un demonio o en un santo. Las decisiones son interesantes, pero Fable también nos permite adquirir negocios, casarnos varias veces, tener hijos y un largo, largo etcétera de acciones.

El primer Fable nos llevó por primera vez a Albión y nos mostró un lugar de cuentos en el que nos convertíamos en un héroe, en una figura legendaria, maestro en el arte de la espada y la magia. Sin embargo, el primer Fable también se quedaba corto en muchas cosas, en parte porque su creador, Peter Molyneaux, buscaba ir más allá en el juego cuando la tecnología no daba para más.

Un príncipe encantador
Un príncipe encantador

Con el segundo juego, ya para Xbox 360, se mejoraron muchos aspectos y se llegó a un aspecto técnico notable. Las decisiones eran interesantes y sin duda, el viaje a la torre marcó Fable 2, pero esas decisiones que habían sido vendidas como esenciales y como que cambiarían totalmente la aventura, se quedaron simplemente en un intento, ya que esas decisiones eran prácticamente estéticas.

Y llegamos a este Fable 3, un juego que nos promete ser reyes donde nuestras decisiones afectarán a todo el reino y, la verdad, esta vez Molyneaux dice la verdad, porque desde la historia inicial hasta el final de juego, veremos que nuestras decisiones influyen muchísimo. Aunque el principio del juego es radicalmente diferente a los dos primeros Fable.

Y es que en los dos primeros eramos un huérfano que decide convertirse en un héroe y aquí somos todo un príncipe, que vive cómodamente en el castillo, aunque su pueblo no tanto. Porque su hermano es un auténtico tirano. Impuestos altos, pobreza, niños trabajando y una altísima industrialización. Este es el primer contacto que tendremos con la ciudad de BowerStone, la misma del anterior juego ya que Fable 3 transcurre tan sólo 50 años más tarde de Fable 2, lo que implica pocos cambios, pero sí uno muy importante: ya no hay héroes.

Ya podéis sospechar que la historia nos llevará a convertirnos en rey, ciertamente, pero no será de una forma democrática sino más bien con una revolución. Sí, nuestra misión inicial será muy simple: derrocar al actual rey.

El rey que ha de ser derrocado
El rey que ha de ser derrocado

Suena fácil, pero necesitaremos apoyo, hacer promesas y, en general, hacer que los ciudadanos de Albión crean en nosotros, si queremos convertirnos en rey. Esto ocupa gran parte del juego y, realmente es un trozo muy similar a lo que ya hemos visto en los dos anteriores títulos. Durante esta parte del juego tendremos que reclutar a nuevos miembros para nuestra causa, para nuestra rebelión y es aquí donde además tendremos que convertirnos en héroes. A través de diferentes misiones y en una gran variedad de escenarios, tendremos que cumplir todas estas misiones que tienen una dificultad media, pero que no llega a ser desesperante. Los conocedores de la saga verán como el combate ha mejorado sustancialmente, ya que gracias a un inteligente sistema de de apuntado, es bastante simple enfrentarse a cinco y seis enemigos a la vez, eso sí, los enemigos no son fáciles y la experiencia de combate es, sin duda, de lo mejor que hemos visto en toda la saga.

Curiosamente, Fable 3 es un juego limpio en cuanto a interfaz. No hay energía, no hay maná visible en pantalla, pero sí es cierto que en todo momento tenemos la sensación de que cada vez disparamos más despacio los hechizos o que nuestra pantalla se oscurece cuando perdemos salud. La solución que ha dado Lionhead en este caso es muy buena y desde luego no entorpece el desafío del combate. Sin embargo, lo que más nos ha sorprendido es el sistema de magia y, también, el denominado “refugio”.

Este punto del juego, el refugio, es algo así como una sala central desde donde vamos a todos sitios. Por un lado es útil, puesto que nos permite ir rápidamente a lugares cercanos a las misiones y por otro quita un poco de la magia Fable, la magia de explorar. En esta sala escogeremos armas, vestimentas, apariencia y, lo más importante, los guantaletes de hechizos. Aquí nos sorprendimos con una de las más importantes mejoras del juego: el nuevo sistema de magia.

Hasta ahora, aprendíamos hechizos y podíamos seleccionar diferentes tipos para atacar al enemigo en cualquier momento. Hasta cuatro hechizos mediante accesos directos en cualquiera de los dos Fable. Sin embargo, en esta tercera entrega, la magia está representada como otro arma, el guantelete de hechizos, y sólo podemos llevar dos magias al mismo tiempo. Funciona de forma parecida a los otros dos juegos, sólo que al llevar dos estilos diferentes se forman combinaciones interesantes que nos permite ejecutar diferentes estrategias de combate dependiendo de la situación. Combinar hielo con rayo o fuego con rayo puede ofrecer alternativas dependiendo del combate y del lugar. Un sistema original y, desde luego, bastante sorprendente.

¡Por Albión!
¡Por Albión!

Pero volvamos al Refugio. Digamos que es algo así como el antiguo menú, pero mucho más rápido, ordenado y al que es fácil de acceder. Aunque claro, accedemos a él con la simple pulsación de Start y digamos que es una licencia muy propia de un juego como Fable.

Sin embargo, lo interesante de Fable 3 viene después. Porque una vez que nos convirtamos en rey, el juego no se acaba, sino que quedarán misiones importantes que hacer y es precisamente aquí donde reside la magia de Fable 3: como rey tendrás que tomar decisiones. No os vamos a decir cuáles son, puesto que estropearíamos el encanto del juego, pero sí os diremos que no serán decisiones nimias ni fáciles. Serán tan importantes como las que puede tomar un rey de verdad y que afectarán a todo el reino. Realmente es aquí donde Fable 3 se torna fantástico.

Y es que al contrario que en otros Fable, la trama está bien llevada desde el segundo uno hasta que acabemos. En más de un momento del juego nos encontraremos con esos momentos absolutamente geniales que nos dejan con la boca abierta gracias también al apartado del diseño gráfico del juego.

Este será uno de nuestros aliados
Este será uno de nuestros aliados

LionHead ofrece a los usuarios una Albión que conserva los elementos de la magia, pero que los combina con la industrialización de una forma absolutamente genial. Ya no es un lugar de un cuento de hadas, es un lugar en donde hay pobreza, donde la gente pasa hambre y en el que se busca un auténtico salvador.

Gráficamente estamos ante un juego que ofrece un aspecto sobresaliente mezclando con acierto escenarios llenos de ese encanto y la magia que siempre ha tenido la serie, con otros que podemos denominar de auténtica oscuridad. Además, los escenarios están mucho más cargados gráficamente que en anteriores ocasiones y los combates ya no son contra tres o cuatro enemigos, sino que podremos ver como estamos ante 20 ó 30 a la vez, es decir, a la altura de un héroe.

Lamentablemente, esto tiene un precio, un alto precio para la Xbox 360. Entre los escenarios de la industrialización, los combates y un largo etcétera de efectos visuales, veremos como la máquina sufre en algunas ocasiones, aunque se le perdona por su enorme calidad.

Toda corona tiene un precio
Toda corona tiene un precio

Nos queda el sonido. Voces conocidas y totalmente en castellano, buenos efectos y, como no, también una banda sonora a la altura. Sin duda Fable 3 es el culmen por ahora de este viaje iniciado por Peter Molyneaux.

El mejor Albión hasta ahora

Fable 3 es, sin ninguna duda, el mejor juego de la saga. Ha evolucionado desde el género de rol, donde hay más competencia, hacia una aventura con combate y decisiones que, de verdad, tendrán una influencia decisiva sobre todo Albión. Ser héroe hasta ahora era divertido, ser el rey de Albión concede otra dimensión al juego, una dimensión que nos ha encantado y que te recomendamos. En su contra sólo está el límite que impone el hardware de Xbox 360, aunque afortunadamente no para que baje la nota del juego.

Lo Mejor

  • Un grandísimo doblaje.
  • Sistema de combate y magia bien redefinidos. Control inmejorable
  • Llegar a rey no es el final del juego, sino el comienzo de algo muy grande

Lo Peor

  • El juego se engancha de vez en cuando por la impresionante carga gráfica.

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