Siempre espero mucho y no espero nada de las conferencias de Nintendo en la E3, me explico. Espero mucho porque la gran N ha sido pionera en varias cosas, en hardware que ha acabado sentando cátedra: DS abrió un camino importante en el ámbito de las portátiles, y no digamos Wii, que nos guste o no ha sido la precursora de lo que ahora probarán –veremos con qué éxito- las consolas “mayores”.
Y no espero mucho porque con Nintendo siempre sabes que gran parte de su presentación girará en torno al discurso de “somos los que más vendemos” y al anuncio, año tras año, de nuevo Zelda, nuevo Mario o nuevo título de otra franquicia histórica.
Todos los años toca mucho de lo segundo, pero evidentemente no toca siempre de lo primero. Si el año pasado la cosa fue más bien floja –DSi no era un avance radical y ¿qué pasó con el (ridículo) Vitality Sensor?- este año tenía la esperanzas puestas en el próximo invento de la compañía japonesa, la primera consola portátil con tecnología 3D.
Y cabe decir que las primeras sensaciones han sido buenas, y lo que es también importante, en su línea de hacer presentaciones más cortas que sus competidoras, Nintendo no ha dormido al respetable.
Empecemos con un plato fuerte
Reggie Fils-Aime ya es todo un clásico en esto de las presentaciones. Su estilo a lo charlatán de feria te gustará o no, pero hay que reconocer que las conferencias de Nintendo sin él serían otra cosa. Como era de esperar empezó hablando él y, como también era de esperar nos recordó lo grande que es Nintendo, lo mucho que vende, lo mucho que innova. Aunque cabe agradecer que se alargara menos que otras veces. Tras esto dio paso a un personaje más freak que él, si cabe.
Este no es otro que el gurú Shigeru Miyamoto, que no pudo estarse de salir con el atrezzo de marras para presentar el primer plato fuerte de la mañana –y una buena manera de mantenernos pegados a las butacas. Así, apenas pasados unos minutos del inicio ya descubrimos cómo será The Legend of Zelda: Skyward Sword. Nintendo dio lo que esperaba ver el público, jugabilidad del título pura y dura, pues para las sinopsis y los trailers cinemáticos –hubo uno, pero corto- ya están las informaciones posteriores.
El nuevo Zelda ocupó una parte importante de la conferencia, el tiempo suficiente para que se viera cómo era el control. Evidentemente bebía de Twilight Princess, pero se han mejorado muchas cosas y se han ampliado otras.
Con Miyamoto a los mandos tuve la sensación, realmente, que cada movimiento que hacia era totalmente coherente con la acción que se esperaba, que Nintendo ha trabajado mucho en imprimir mayor realismo al juego. También me gustó la ampliación del inventario y la necesidad de cambiar a menudo de objetos para avanzar la fase. Eso sí, había bastante “delay” entre lo que hacía Miyamoto y lo que se reflejaba en pantalla. Espero que se deba a que el juego está en una fase muy beta, aunque conociendo cómo es Wii, quién sabe...
Que no falte la diversión para toda la familia
Tras la presentación de Zelda, Miyamoto y el intérprete se despiden y lo vemos una batería corta de futuros títulos para Wii: títulos deportivos de las grandes franquicia, la enésima inclusión de Mario en el mundo de los deportes, un juego party...¡y Just Dance 2!
De los primeros me hubiese gustado saber más –especialmente del regreso de NBA Jam- pero Fils-Aime se limitó a citarlos para presentarnos Mario Sports Mix. Este juego no es otra cosa que un Mario en los Juegos Olímpicos (ya sean de invierno o de verano) más: deportes reales pero muy suigeneris –como hockey-playa-, plantel de personajes míticos, estética hipercolorida...nada nuevo bajo el sol, y título menor en la franquicia Mario, pero en un año sin Super Marios o Galaxies, pues algo había que enseñar del rechoncho fontanero...
Lo siguiente es el enésimo juego para que se entretenga desde el primo de 5 años a la bisabuela de 99. Wii Party no ofrece nada que no hayamos visto antes: pruebas a lo Wii Sports combinadas con otras a lo concurso de televisión de preguntas y otros minijuegos sencillos en general, todo ello con los Mii como personajes. Seguro que será un juego más limitado de lo que se ve en el trailer –conociendo a Nintendo...ojalá me equivoque- pero uno de esos que venden a raudales, especialmente en época prenavideña.
Y hablando de superventas, la batería rápida acaba con una de nuestras pesadillas –vale, quizás exagero. Regresa Just Dance, el gran superventas de este año, un juego de baile que de tan sencillo y simplón ofende y cuyo éxito ha sorprendido incluso a sus creadores, Ubisoft. Esperamos que los problemas del primero se solventen en esta entrega, sino lo tendrá realmente difícil con Dance Central, que tiene pinta de estar mucho mejor hecho y ofrecer una experiencia de baile mucho más auténtica.
Chicos de oro
Este año queríamos ver más de Golden Sun y así ha sido, aunque con el subtítulo Dark Dawn,. Pero han pasado de puntillas por este título, supongo que porque sale en breve y porque Nintendo quería reservar buena parte de la conferencia a 3DS y no repetir cosas del año pasado –algo que también agradezco.
Si Golden Sun Dark Dawn pasó relativamente desapercibido, no lo hizo el otro juego “dorado”, Goldeneye, que recibió uno de los mayores aplausos de la noche. Los gamers de cierta edad recordarán este juego basado en una película de James Bond como una de las mejores adaptaciones a consola de la saga, en ese caso para Nintendo 64.
Así, este nuevo Goldeneye parece que más que un remake será una nueva adaptación de aventuras del agente con licencia para matar- Daniel Craig como protagonista, villanos míticos como Tiburón o Scaramanga, minijuegos, multijugador a pantalla partida...- y que la marca Goldeneye se ha dejado por lo que significa y porque ayudará de cara a las ventas.
Épico y entrañable Mickey Mouse
No se puede decir que Epic Mickey sea un juego que esté causando expectación, más bien ha pasado desapercibido desde que se anunció en octubre del año pasado. Quizás sea porque se anunció en mala época, quizás porque Mickey si no es rodeado de Soras y compañía no triunfa...quien sabe por qué, pero la cuestión es que lo que hemos visto en la E3 me ha gustado bastante.
Presentado por los ponentes más moderados de la noche, Warren Spector y Adam Creigh, lo que vimos es una mezcla de géneros que a ratos nos recordaba a Kingdom Hearts, sobre todo la primera fase que vimos, y a ratos a un juego de plataformas de lo más clásico, de esos de saltar y subirse a estructuras. Además, se intuyen funcionalidades interesantes, como poder reconstruir partes del escenario pintándolas y el hecho de que influyan a más largo plazo las decisiones que tomemos.
La estética del juego queda lejos de aquello que se dijo de un “mundo más oscuro y agresivo”, a menos que consideremos agresivo que Mickey pueda cargarse enemigos, algo normal si lo atacan. Así Mickey Mouse nos recuerda al Mickey más clásico, al de los cortos de los años 30, el más esquemático a la par que resultón, mientras que los escenarios combinan de manera excelente el estilo más a lo Kingdom Hearts con la recreación de esos cortos en blanco y negro de hace más de 70 años, algo que personalmente me ha encantado.
Epic Mickey no causó el mayor clamor de la noche ni mucho menos, pero espero que acabe siendo lo que promete y que tenga relativo éxito comercial, pues el ratón Mickey se merece un título de referencia de la actual generación de consolas.
Los clásicos nunca mueren
Mario, Zelda...¿qué otros clásicos de Nintendo tienen cabida en una E3? Sí, los rumores eran ciertos, y Donkey Kong regresará por la puerta grande. La gran N puede que tenga miedo de saturar a la gente publicando siempre lo mismo –o sea, Mario y Zelda por año- y parece que lo seguirá haciendo, pero recuperando franquicias que llevan más tiempo olvidadas.
El nuevo Donkey Kong no es otra cosa que los juegos clásicos de la saga de los 90 pero adaptados a la tecnología de Wii. Vale, innovación más bien poca, pero lo mismo pasó con Super Mario Bros. Wii y nos encontramos ante un divertidísimo juego de plataformas.
Y si de clásicos se trata vuelve otro, el más rosa de la familia Nintendo. Kirby es una de esas sagas de primer nivel pero que siempre ha estado a la sombra de Marios y Donkeys, puede que por su estética profundamente azucarada –demasiado incluso para Nintendo, que ya es decir. Así, Kirby’s Epic Yarn es, como Donkey Kong, el mismo juego de siempre, pero en este caso partimos de una redefinición estética de lo más original, con un mundo y personajes creados con telas con costuras a la vista y lana. También se intuye que el bueno de Kirby tendrá infinidad de transformaciones y poderes nuevos, uno de los grandes atractivos de la saga.
Con estos dos retornos Nintendo no sorprendió, es el rey de recuperar franquicias, pero lo que vimos parece de buena calidad, así que, si la Gran N sigue retomando viejas franquicias pero eso nos proporciona buenos juegos, que así sea.
Y al fin llegó...¿la revolución de las portátiles?
Llevamos tres cuartos de hora de conferencia, pero ya empezamos a impacientarnos. También se ha pasado muy por encima que pronto saldrán Dragon Quest IX y Metroid Other M. Vale, mucha franquicia clásica, mucho deporte, mucho juego familiar...¿pero dónde esta 3DS? Tranquilos, que ahora llega, y de la mano del mandamás de la casa, Satoru Iwata, como no podía ser menos.
En su inglés de acusado acento japonés, Iwata hizo una no muy breve presentación hablada de lo que será 3DS, que tiene en las manos. Efectivamente, todos los rumores difundidos unas horas antes eran ciertos: nada de gafas ridículas, pantalla superior mayor, stick analógico, dos cámaras, acelerómetro, mejor conexión wi-fi...Todo ello significan unas prestaciones mucho más avanzadas que DS pero metidas en una consola de tamaño y estética muy similar a DSi.
3DS se trata de una apuesta visionaria, como en su día lo hizo DS, aunque las circunstancias son distintas y ya nada nos sorprende tanto debido a que cada vez se filtran antes detalles de los próximos lanzamientos de las compañías. Aún con la capacidad de sorpresa bajo mínimos, me ha gustado la presentación que se ha hecho de 3DS, a pesar de que ha vuelto a la palestra Reggie Fils-Aime con su habitual estilo de “te venderé un paraguas en el desierto”.
Así, la recta final de la conferencia se convierte en un continuo “oh” entre los asistentes. Uno, porque Nintendo ha llegado a acuerdos con Disney, Dreamworks y Warner para hacer que algunos de sus éxitos y futuros éxitos 3D nos lleguen con esta tecnología y sin gafas a su nueva consola. No me fascina la idea de ver una película en una pantalla de tan pequeñas dimensiones –ojo, como tampoco me fascina ver un filme en pantalla de 50” en un piso de los de hoy en día, es decir, una ratonera-, pero estos acuerdos siempre son resultones y la posibilidad de usar 3DS como sistema para ver cine de bolsillo siempre es una buena noticia.
Dos, y aquí está lo que levantó las pasiones del público –aunque tampoco fue exagerado-, Nintendo se alía con infinidad de third parties para llevar sus títulos más míticos, ya sean remakes o nuevas versiones, a nuestra pequeña 3DS: MGS, Assassin’s Creed, Resident Evil... Desafortunadamente nada vimos de todos estos juegos, excepto los logos de las compañías, pero a los nintenderos, que eran muchos en el Nokia Theatre, se les hizo la boca agua.
Realmente lo único que se vio fue Project Sora y Kid Icarus. El primero, todo un misterio, el segundo, el retorno de otra saga...y es que ni el 3D se libra de las constantes de la gran N.
Una conferencia con pocas sorpresas pero mucho ritmo
Parece que E3 2010 será la de las pocas sorpresas, pero no hay que culpar únicamente a las compañías. El problema es que nuestro sector es muy dado a la rumorología, rumorología que se cumple en la mayoría de casos. Por eso no nos sorprendió nada de lo que se dijo sobre 3DS, excepto, quizás, los acuerdos tan cerrados con third parties.
Aún con esto, lo que mostró Nintendo de su nueva consola es lo que queríamos ver, y aunque se repitió la canción de siempre de centrarse en los clásicos -¿franquicias nuevas? ¿eso qué es?-, la conferencia resultó amena, con buen sentido del ritmo y el catálogo de juegos que se mostró, aunque previsible, colmó las expectativas de todos los tipos de aficionado de la gran N.
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